El alcalde de Tarragona fracasa en su intento de unir esfuerzos ante el problema de la N-340

El alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal, ha visto esta semana como se han diluido sus esfuerzos para consensuar una postura sobre la problemática de la carretera N-340 y la gratuidad del peaje de la autopista A-7 para vehículos pesados entre Torredembarra y Tarragona. Nadal ha celebrado en los últimos días tres reuniones con los grupos políticos con representación parlamentaria, asociaciones de vecinos e instituciones de la ciudad con el objetivo de crear un frente común que asuma todas estas reivindicaciones.

El alcalde y diputado por Convergència i Unió (CiU) pretendía conseguir la firma de un manifiesto ciudadano que respaldase las recientes resoluciones tomadas por el Congreso y el Parlament. Es decir, pedir la gratuidad del peaje de Tarragona para camiones y autobuses y acelerar las obras del segundo cinturón de la ciudad, que debe unir la variante de Torredembarra con la de Vila-seca. Sin embargo, Nadal tan sólo consiguió que las diversas formaciones políticas le apoyasen en su demanda de entrevistarse con el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, a quien tan sólo formularán dos preguntas. La primera será sobre los plazos de finalización de la variante de la N-340 de Torredembarra y Altafulla, y la segunda sobre si el Gobierno piensa cumplir el acuerdo del Congreso respecto a la gratuidad del peaje de la A-7 para vehículos pesados. Tras la resolución aprobada por unanimidad en la Cámara baja, el optimismo reinante en Tarragona se vino abajo tras las declaraciones del secretario de Estado de Infraestructuras, el catalán Albert Vilalta, en el sentido de que Fomento tan sólo negocia un peaje blando para camiones y autobuses y ha descartado la completa gratuidad. El consenso entre las fuerzas sociales tampoco fue posible debido a la división existente en el movimiento vecinal de Tarragona, entre las asociaciones que aún siguen apoyando los cortes de carretera todos los domingos y las que se desmarcaron de las protestas tras entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. La división es tan profunda que hasta el propio alcalde de Tarragona tuvo que convocar por separado a las dos federaciones de vecinos de la ciudad, una vinculada a CiU y la otra al PSC. Tras la reunión del pasado viernes entre los partidos políticos y el alcalde, el cabeza de lista del PSC, Xavier Sabaté, declaró: "Estamos todos de acuerdo en que haya una petición conjunta ante el ministro, y celebro que no se haya planteado la firma de ningún documento. Me parecía redundante y frustrante, porque el consenso lo hemos manifestado ya varias veces". Sabaté, también diputado en el Congreso, se refería a la proposición no de ley aprobada por la Cámara baja la pasada semana. Cortes de carretera Por otra parte, ayer por la tarde más de 700 vecinos de las comarcas de Tarragona participaron en los seis cortes de carretera en la N-340, desde las 17.00 a las 18.00 horas, en lo que constituyó el decimotercer fin de semana de protesta. La Plataforma Cívica de Cambrils recurrió a un partido de fútbol en pleno centro urbano para amenizar esta jornada en la reclamaban la gratuidad de la A-7, informa la agencia Efe. Los cortes se produjeron en los términos municipales de Altafulla, Tarragona, Cambrils y por primera vez, El Vendrell, donde también se ha constituido una plataforma cívica. Fue esta última manifestación la que congregó un número menor de personas, en concreto una treintena, que cortaron la 340 en su tramo urbano.