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El cine del productor francés Marin Karmitz recibe un homenaje en Madrid

Elsa Fernández-Santos

Marin Karmitz (Rumania, 1938) está detrás de cineastas como Chabrol o Kieslowski. Considerado uno de los mejores productores de cine europeos, él prefiere que le llamen editor de películas. "Mi deseo, como el de un editor con la literatura, es descubrir y hacer descubrir lenguajes nuevos, territorios inexplorados de la escritura cinematográfica", dice Karmitz, que esta semana recibe un homenaje en Madrid.

El Instituto Francés, con la colaboración de la Filmoteca Nacional, inició ayer en Madrid un homenaje -que se prolongará hasta mediados de este mes- al productor Marin Karmitz, nacido en Rumania en 1938 pero nacionalizado francés. Karmitz fue el fundador en 1974 de una productora, distribuidora y exihidora llamada MK2, en la que reunió toda la cadena de creación y difusión de un filme. "Esta fórmula es la única manera de que el cine que me interesa pueda sobrevivir", señala el productor.En total se proyectará una decena de los filmes por los que Karmitz ha apostado en los últimos 15 años y que muestran la evolución de este productor, que en 1982 logró que cinco de sus películas estuvieran a la vez en el palmarés del Festival de Cine de Cannes.

Erice, Saura y Medem

Karmitz está ligado a cineastas como los italianos hermanos Taviani y su película Good morning, Babilonia; Louis Malle y su Adiós, muchachos; Krysztof Kieslowski y su trilogía Azul, Blanco y Rojo, o el griego Theo Angelopoulos, el mexicano Arturo Ripstein, el iraní Abbas Kiarostami y el francés Alain Resnais. Además, Karmitz es el responsable de la distribución en Francia de filmes españoles como los de Víctor Erice, Saura y Julio Medem. En el cine de todos ellos, este rumano que llegó a Francia con siete años y que está considerado uno de los mejores productores europeos de los últimos años ha visto un nuevo paso dentro del lenguaje cinematográfico.En 1985 la Filmoteca Francesa dedicó una importante retrospectiva al cine de Karmitz, al que se sumó en 1987 con otro homenaje el Centro de Arte Georges Pompidou. En 1989 el homenaje llegó desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y en 1992 de la Cinemateca de Tel Aviv.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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