_
_
_
_
EL 'CASO PINOCHET'

La izquierda intenta aprovechar la crisis para avanzar en las reformas democráticas

La propuesta de la derecha pinochetista chilena de enviar a Londres una delegación multipartidaria presidida por el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, con apoyo de toda la Cámara alta, con el objetivo de presionar ante las autoridades británicas en favor de la liberación del general Augusto Pinochet, fracasó ayer por la negativa de los partidos de izquierda de la coalición gubernamental (Concertación).

Los socialistas no están dispuestos a secundar iniciativa alguna para lograr el retorno a Chile del general a cambio de nada. En todo caso, aceptan discutir con la oposición derechista las reformas políticas para que Chile sea un Estado plenamente democrático. Tras el fallo del comité de apelación de la Cámara de los Lores, Augusto Pinochet se ha convertido en una especie de moneda de cambio entre la derecha, que trata de comprometer a las instituciones del Estado en su lucha por la libertad del ex general, y los partidos de la Concertación, que plantean que es hora de que Chile avance, con nuevas leyes, hacia la solución de los problemas pendientes sobre derechos humanos.Pero el abismo sigue siendo tan grande como el océano que separa al ex dictador detenido de su Chile natal.

En la discusión sobre el perfil de la delegación, los dirigentes de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y de Renovación Nacional (RN), patrocinadores de la propuesta, mostraron escasa generosidad y sólo aceptaron suscribir cuatro puntos generales sobre el respeto a los derechos humanos, el proceso de transición, el fortalecimiento de la democracia y la paz política.

Socialistas y el Partido Por la Democracia (PPD) pretendían una mayor concreción, calificada de oportunista o transacción inaceptable por los senadores derechistas. El resultado fue una declaración del Senado, en la que no se menciona el envío de una comisión a Londres; se limita a apoyar las gestiones del Gobierno.

Es decir, de momento el ministro de Exteriores, José Miguel Insulza, es la única voz autorizada desde Chile para tratar de convencer a las autoridades del Reino Unido, primero, y de España después, de que Augusto Pinochet tiene que regresar a su país por razones de edad y salud.

Persuadir al ministro británica del Interior, Jack Straw, no será tarea fácil. El propio Insulza dijo antes de viajar hacia Londres que no cabe esperar un resultado inmediato de sus gestiones. El Gobierno ha dado algunas señales de que no acepta el envalentonamiento de la derecha, que cada vez plantea exigencias más desproporcionadas, según palabras del viceministro de Exteriores Mariano Fernández.

"Es el general Pinochet el que nos ha creado todo este problema", recordó Fernández. "Se hacen exigencias como si el Gobierno fuera el mayordomo de algunas personas", añadió.

El diputado socialista Juan Pablo Letelier, cuyo padre fue asesinado por la policía política de la dictadura en Washington, es categórico al referirse a la última propuesta de los sectores pinochetistas: "No hay posibilidad alguna de que los socialistas participemos en una comisión para ir a Londres. ¿Para qué? ¿Para reclamar por su general?" Y en clave irónica agrega: "Yo no estoy vendiendo. Hay otros que quieren comprar. Que digan cuánto están dispuestos a pagar". Letelier subraya que su partido no ha modificado ni un ápice su posición tras el fallo de los lores. "Si algo ha cambiado es que se han creado unas circunstancias nuevas. Hay quienes nos miran pensando que si vamos a Inglaterra, como somos socialistas, podemos traer a Pinochet. Es una visión bastante distorsionada de la realidad".

En opinión del diputado, el plan mínimo para que Pinochet pudiera regresar a Chile requeriría, de entrada, restaurar la credibilidad de la Justicia. "Siempre hemos dicho que preferimos que sea juzgado en Chile. Quizá ahora nos escuchen". "Quien tiene la palabra es la derecha. Hay que ver cuán importante es Pinochet para ellos. Hasta ahora, a juzgar por su comportamiento, quemando banderas y haciendo saludos nazis en sus manifestaciones, parece que vale poco para estos muchachos", añade.

Su propuesta es que, la semana próxima, el Gobierno invite a la derecha a sentarse a conversar. "No vamos a avalar una operación de rescate de Pinochet. Si hay voluntad de reducir el ámbito de la justicia militar, de que los jueces puedan ingresar en recintos militares, reducir el alcance de la ley de amnistía... Entonces estaríamos dispuestos. Se podría pedir la extradición de Pinochet".

Presiones militares

Letelier alude a las presiones ejercidas por los militares después del fallo de los lores: "Esperaba que iban a ser más inteligentes. Están mojando la pólvora. Después de esto qué van a hacer. Están muy mal asesorados. O quizá es que no quieren traer a Pinochet de vuelta. No lo van a conseguir nunca con amenazas".La Policía informó de que en las manifestaciones contra el Reino Unido y España la noche del jueves hubo 145 detenidos. Junto a las banderas chilenas y los retratos de Pinochet que portan damas de las clases altas santiaguinas, pudo observarse la presencia de jóvenes y no tan jóvenes con simbología fascista y de la extinta organización paramilitar Patria y Libertad. El Consulado británico en la ciudad de Valparaíso ha cerrado. Más de 1.000 carabineros se encuentran destinados a la protección de las dos legaciones y de otros intereses españoles o británicos.

[Los carabineros chilenos han detectado un incremento de la violencia entre los fanáticos pinochetistas, informa France Presse. Según dijeron ayer, los violentos incidentes en torno a las embajadas de España y el Reino Unido en Santiago, protagonizados el jueves por simpatizantes de Pinochet, fueron alentados por grupos organizados de extrema derecha con órdenes de repeler las acciones de los agentes.]

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_