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Los países ricos de la UE fraguan una gran alianza para recortar el gasto comunitario

Los países ricos fraguaron ayer la primera gran alianza en la batalla financiera de la UE frente a los mediterráneos, entre los que está España. La alianza se formó en favor de una propuesta para "estabilizar" -en realidad, reducir- los gastos presupuestarios en el periodo 2000-2006. Esa idea supondría una rebaja de las transferencias a España de unos dos billones de pesetas en siete años. El titular de Economía español, Rodrigo Rato, aclaró y matizó el apoyo genérico de José María Aznar a la estabilización, y aseguró que España "mantiene las mismas posiciones" que hace 18 meses.

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El Ecofin (Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE) registró ayer una novedad. Por vez primera, la alianza de los ricos es amplia. El de ayer fue el cuarto asalto. El primero ocurrió en julio de 1997, cuando Bonn (Theo Waigel), quejándose de la abultada aportación neta de su país al presupuesto común, pidió imponer un tope (del 0,4% de su PIB, en lugar del 0,6%). El segundo fue el pasado mes de abril, cuando otros tres contribuyentes netos (Holanda, Suecia y Austria) se le unieron, en demanda de un cheque con retorno de parte de lo aportado, como el británico. Era la banda de los cuatro. La Comisión recogió en octubre la tercera fórmula, reducir el gasto agrícola mediante su cofinanciación por los Gobiernos.Ninguna de esas fórmulas se impuso entre los Quince y seguirá la discusión. Los aplausos se limitaban a la banda de los cuatro, con algún apoyo más o menos aislado. La propuesta de rebajar el gasto general debatida ayer tampoco alcanzó el consenso general. Pero, atención, dos pesos pesados, el Reino Unido y Francia, se sumaron a los cuatro, acompañados de Finlandia y Dinamarca. Fue el presidente de turno, el austriaco Rudolf Edlinger, quien la presentó, aunque los números los elaboraron los servicios de la Comisión, en lo que supone un nuevo retorcimiento de su independencia.

En síntesis, se trata de "estabilizar" el gasto presupuestario entre el 2000 y el 2006 al nivel del promedio del Paquete Delors II, es decir, del periodo 1993-1999. Como es un promedio entre cifras que van creciendo, y además se toma en volumen y no en porcentaje del PIB, no sólo no alcanza lo propuesto por la Comisión en su Agenda 2000, sino que lo rebaja para todo el periodo en unos 110.000 millones de ecus (más de 18 billones de pesetas) en los capítulos agrícola y estructural, los dos grandes bocados del presupuesto.

Es una estabilización tramposa, una rebaja enmascarada. Desglosado, supondría que España recibiese por ambos capítulos unos 300.000 millones de pesetas menos al año, dos billones largos menos en todo el periodo, en torno a un tercio de los 6,5 billones de pesetas que se le habrán transferido al final del Paquete Delors II.

Los aplausos tuvieron distintos énfasis. "Francia apoya la propuesta", dijo Dominique Strauss-Kahn, ministro de Finanzas francés. Y es que, sin ser la autora de la propuesta, Francia fue la que la inspiró, como alternativa a las otras fórmulas, en las que se arriesgaba a perder más. Su matiz es que la factura de la ampliación debe ir separada de esas cantidades rebajadas.

El alemán Oskar Lafontaine la avaló, pero mostrándose "flexible y abierto" a todas las alternativas que supongan una rebaja en la cuota de Bonn, algo que habrá que ir madurando "bilateralmente". El británico Gordon Brown también se sumó "al principio de estabilización", pero discutiendo su reparto. Y así, todos los ricos.

España, abanderada

Frente a ellos, España volvió a llevar la bandera de los menos prósperos (Irlanda, Portugal, Grecia), a los que se sumó Italia. Rato despejó las incógnitas suscitadas por el apoyo genérico prestado por Aznar, en la reciente cumbre hispano-francesa de La Rochelle, al "control y estabilización del gasto". El vicepresidente segundo dejó claro que "España mantiene las mismas posiciones que en los últimos18 meses". Sólo aceptaría mantener el nivel de gasto si la base de referencia es 1999 y no el septenio anterior; si se cuenta para ese año el cómputo total de las perspectivas financieras de Delors; si ése es el gasto para los Quince, sin incluir el de la ampliación, y si queda bastante dinero para "cumplir con las restantes políticas".Las espadas siguen, pues, en alto. Lo nuevo es que los más suman adeptos. Escaramuza tras escaramuza, propagan más sus posiciones, a la espera de cocinar un cóctel de fórmulas que les sea conveniente. El resto, España incluida, se ve obligado a parar balones. .

[El portavoz socialista en la comisión Congreso-Senado, Antonio Costa, afirmó el pasado domingo que el Gobierno "secuestra la información" sobre la futura financiación de la UE].

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