Platonismo en cuarto oscuro
Es mérito en firme de un coreógrafo cuando logra extraer sustancia creativa y material a desarrollar de las sombras más dudosas y de los titulares más escabrosos. Éste es el caso del talentoso Alberto García, quien arrastra no sin razón un cierto halo de sátiro marginal que sólo se entiende al ver sus obras; el histrión personal del artista se mezcla con un instinto en propiedad sobrio, y donde bien se articulan escenas que por sí mismas no representan más que experimento de taller. Con un erotismo evidente pero comedido y elegante, el desparpajo queda a un lado y lo contracultural se vuelve expresión profesional en un nudo de sugerencias no por tensas faltas de un risueño guiño de complicidad entre espectador y bailarín. El humor pasa de espeso a espumoso, de grueso a sutil, no porque falte crudeza a las imágenes, sino porque ese refinamiento nunca se refugia en la estética petarda, tan al uso hoy.Hay que resaltar el solo bailado por Miguel del Viejo sobre un remix de Fumando espero, el tenebrismo con linternas del cuarto oscuro o la sinfonía coral e irónica que consigue el conjunto con tres tazas de retrete. Esto puede ser neopop, posnaturalismo o en su defecto y simplemente el desprecio no resentido con una realidad que rodea a todos y que vibra desde los diálogos articulados sobre textos originales de los anuncios clasificados del mercado sexual que aparecen diariamente en la prensa.
El Curro Danzateatro
Por una manzana, siete historietas sexuales para dos coños y cuatro pollas.Coreografía y dirección: Alberto García. Sala Triángulo. Madrid, 21 de noviembre.
La bailarina Mariví Hinojosa mostró su clase alejada de lo que para ella era habitual (el lenguaje de las puntas) y había instinto y potencia en Javier González y Alberto Sánchez.
Babelia
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