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Aragón da por muerto el Pacto del Agua y mantiene su rechazo a los trasvases del Ebro

La Comunidad Valenciana y Murcia alaban el Libro Blanco, y La Mancha dice que abre heridas

La mayor parte de las fuerzas políticas de Aragón dan por muerto el Pacto del Agua. Tras conocer el avance del Libro Blanco del Agua, adelantado ayer por EL PAÍS, el candidato socialista a la presidencia, Marcelino Iglesias, acusa al PP de dinamitar el pacto si se asume la posibilidad de hacer trasvases, como recoge el Libro Blanco. Por el contrario los gobiernos de la Comunidad Valenciana, Murcia y Cataluña, donde el Libro diagnostica las mayores carencias de agua, han saludado esa solución, dado que es el último recurso que les queda para satisfacer las necesidades de agua, incluso para beber.

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El candidato socialista a la Presidencia de Aragón considera que el Libro Blanco pone al descubierto la idea del PP de dar vía libre a los trasvases sin garantizar unas obras esenciales para la comunidad, recogidas en el Pacto del Agua, un documento de cabecera para los políticos y la sociedad aragonesa firmado durante la última sequía, informa Concha Monserrat. Iglesias acusa al PP de "irresponsable" y asegura que ha dinamitado el Pacto del Agua. "La política del agua en España la hace el presidente valenciano Eduardo Zaplana, y, en esas decisiones, el presidente de Aragón, Santiago Lanzuela, es el convidado de piedra".Gustavo Alcalde, diputado en el Congreso y coordinador regional del PP, responde: "No sólo no hemos dinamitado nada, sino que estamos cumpliendo el Pacto del Agua. Todas las obras que llegan y llegarán a Aragón están contempladas en él. Sólo cuando estén cubiertas las necesidades de Aragón podremos hablar, a largo plazo y si hay excedentes, de trasvases".

El diputado añade que es el PSOE quien se carga el Pacto del Agua votando con los valencianos propuestas de cesión de agua. En cuanto a las compensaciones, Alcalde no se despega un ápice del documento firmado en 1992 por todas las fuerzas políticas: "Las compensaciones serán que Aragón tenga cubiertas sus necesidades, porque habremos garantizado agua para riegos, industrias y abastecimiento".

Pero si algún partido es contrario a los trasvases es el Par, socio de gobierno del PP. "Siempre nos hemos opuesto. Van en contra del principio de unidad de cuenca y producen distorsiones entre la España periférica y la interior. Nuestro desarrollo está en peligro si se hacen sin garantizar el Pacto del Agua", afirma el diputado del Par, Juan Antonio Bolea.

El profesor de la Universidad de Zaragoza, Pedro Arrojo, sonríe al hacer una comprobación: "La historia nos da la razón. El Pacto está muerto. No ha servido nunca. Se firmó en un momento de angustia de la sociedad aragonesa, ante el anuncio de trasvases hecho por Borrell. Pero ya dijimos que el documento era irrealizable e insensato. Refleja un espíritu regeneracionista [promoción de regadíos como forma de redimir la miseria rural] que está bien para el siglo pasado, pero hoy no vale".

Arrojo está convencido que el clima preelectoral vicia los debates sobre el agua en Aragón y, más ahora, "cuando Medio Ambiente ha perdido los papeles. El PP renegaba de los trasvases y vuelve a hablar de ellos".

En la Comunidad Valenciana coinciden Administración y sindicatos agrarios en sus valoraciones, informa Federico Simón. José Ramón García Antón, consejero de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana alaba el documento como un instrumento útil para la elaboración del Plan Hidrológico Nacional. Según explica, hay lugares con una agricultura potencialmente competitiva con grandes carencias, como Alicante, Murcia o Almería. Y su interpretación es que los lugares idóneos para estas conexiones son zonas deficitarias próximas a cuencas excedentarias, retrato robot que coincide con dos zonas: el sur de Alicante y Castellón.

En cuanto a las compensaciones, el consejero opina que se debe asegurar a las cuencas donantes infraestructuras que cubran los regadíos del Pacto del Agua de Aragón: "Si de lo que estamos hablando es de caudales excedentes, yo creo que los que los reciben, bastante tiene con sufragar parte de las infraestructuras y el coste de gestión".

Cristóbal Aguado, de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), apuesta por que sea la Administración la que compense con ayudas o infraestructuras a las cuencas solidarias que cedan su agua. Están así en contra de establecer un mercado del agua: "Los pasos en ese sentido son muy delicados".

Por parte de la Unió de Llauradors i Ramaders-COAG, José Ramón Urbán se alegra de que el PP rectifique. A su juicio, las regiones solidarias tendrían que ser compensadas con infraestructuras hidráulicas, viales o de cualquier otro tipo. Pero no con dinero de los usuarios.

El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, afirmó en una videoconferencia desde Argentina que el libro "cumple con las exigencias del Ejecutivo regional", informa Paco Gómez Nadal. Valcárcel reconoció que todavía quedan muchas dudas por resolver y que, por el momento, la referencia a los trasvases es genérica, pero cree que "cubre las expectativas de la región".

Discrepa de esta opinión el director general del Agua de Castilla-La Mancha, Alejandro Gil, quien, tras advertir que el ministerio no le ha proporcionado el libro, afirma que "puede dar alas a los responsables del Gobierno de Murcia, que hablan ya de ampliar la cantidad trasvasada del Tajo al Segura y pretenden "abrir viejas heridas sobre un tema que ya está pactado en los planes de cuenca".

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