Los expertos discrepan sobre las propuestas del Gobierno

Que algunas regiones tienen un déficit hídrico que hay que cubrir lo tienen claro todos aquellos que han intentado acercarse al problema. Lo que no tienen tan claro es si la forma de enfrentarse a él son los trasvases que sugiere el Libro Blanco del Agua. Los expertos y ecologistas, algunos de los cuales sólo conocen del texto lo adelantado ayer por este diario, incluso hablan ya de él como "papel mojado".Santiago Martín, de la confederación nacional Ecologistas en Acción, afirma que el ministerio del PP mantiene la misma política que los anteriores, con el PSOE.

El presidente del Foro del Agua, el ingeniero de Caminos José María Fluxá, que está de acuerdo con los trasvases como "la única manera" de redistribuir agua, discrepa en la forma de compensar a las regiones, aún por decidir. Fluxá es partidario del precio libre, a fijar por las partes, pero respetando el derecho a ceder o no agua. El presidente de este foro asegura que aquellos países que "están resolviendo" el problema lo hacen al dictado del mercado libre y no de tarifas impuestas.

Tanto él como el catedrático de Derecho Administrativo Gaspar Ariño otorgan más protagonismo al mercado libre. A este último, el libro le parece "el parto de los montes: lo mismo de antes más consideraciones morales". Ariño cree que si al agua no se le pone precio, no se la valora y se despilfarra, aunque decirlo sea impopular: "Por lo que he leído, me da la impresión que el PP ha hecho una abdicación de sus convicciones de cuando estaba en la oposición".

Jordi Rosell, presidente de la Junta de Aguas de Cataluña, señala que no pueden recurrir a otra solución que los trasvases: "La demanda iguala los recursos medios y cualquier fluctuación de la meteorología nos afecta". Rosell cifra el déficit de Cataluña en 400 millones de metros cúbicos al año y le parece justo compensar a las regiones que cedan agua, ya que se les priva de un bien que puede ayudar a su desarrollo.