Aznar anuncia una moratoria del pago de la deuda de Centroamérica pero no la condona

No habrá condonación. El Gobierno español no seguirá el ejemplo de Francia perdonando la deuda a los países centroamericanos más devastados por el huracán Mitch, pero sí hará un gesto. Consistirá, según anunció ayer el presidente José María Aznar en el Parlamento, en aplazar el pago de la deuda con España hasta el 2001 y en poner a su disposición otros 18.500 millones de pesetas que, en un 95%, serán créditos blandos. Las organizaciones no gubernamentales y el PSOE han puesto el grito en el cielo. Denuncian la cicatería del Ejecutivo, que "va muy por detrás de la sociedad española".

La decisión, que será adoptada formalmente mañana por el Consejo de Ministros, supone un revés para las ONG y hasta para el propio Ministerio de Exteriores frente al vicepresidente Rodrigo Rato. Unas 150 ONG entregaron ayer una carta a Aznar en la que le solicitaban que condonase la deuda. Previamente, el pasado fin de semana el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Fernando Villalonga, se pronunció varias veces en Barcelona a favor de esa medida que anteayer adoptó Francia. En esa misma ciudad, los socios catalanes del Gobierno introdujeron ayer una proposición no de ley en el Parlamento catalán que aboga por la condonación.Aznar ha hecho oídos sordos a estas peticiones. En respuesta a una pregunta de su propio grupo parlamentario señaló en el Congreso que aplaza durante tres años los pagos de la deuda de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala con España que durante ese periodo de tiempo se hubiese elevado a 8.930 millones de pesetas. La deuda con España de los dos países más dañados por el huracán Mitch, Nicaragua y Honduras, asciende a 42.000 millones.

El jefe del Ejecutivo anunció además que España pondrá a disposición de esos cuatro países ayudas -en realidad, en un 95% créditos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD)- por valor de 18.500 millones de pesetas. Esos créditos serán a 30 años y su tipo de interés será nulo, pero sólo podrán ser utilizados para adquirir bienes y servicios de empresas españolas.

"Es increíble que cuando la sociedad española derrocha generosidad, el Gobierno se muestre tan cicatero", afirmó ayer Paloma Escudero de la ONG Intermon. "Nos hubiese gustado que España asumiese el liderazgo en pro de la condonación en los foros internacionales como el Banco Mundial, pero ni siquiera ha sido capaz de hacerlo de forma bilateral".

Es posible, sin embargo, que sí intente hacerlo de forma multilateral. El Ejecutivo prepara, según Aznar, una operación política global de condonación de deuda con los países afectados "que tiene que hacerse en el marco del Club de París", el foro que reúne a los mayores acreedores.