Edificios del otro fin de siglo
La Consejería de Educación y Cultura ha editado el libro El Madrid del 98. Arquitectura para una crisis, que recoge los edificios levantados entre 1874, año de la Restauración, y 1918. "Todos responden a la idea de regeneración que se manejaba en el momento. Para hacerla efectiva en arquitectura se manejaron dos caminos: mirar hacia Europa en busca del progreso o mirar nuestra propia historia", explica Carlos de San Antonio, autor de la obra.Mirando hacia Europa, los arquitectos se fijaron en el modernismo o en el eclecticismo y construyeron edificios como el Metrópoli, el Casino, el Banco Hispano Americano, el monumento a Alfonso XII del Retiro o la Sociedad General de Autores, según De San Antonio. Mirando hacia España, los arquitectos recuperaron estilos como el neomudéjar, el neoplateresco, el neogótico o el neobarroco.
Éstos son algunos ejemplos citados por el autor del libro:
Modernistas. No hay muchos edificios de este tipo en Madrid. El más conocido, levantado en 1902, está en la calle de Fernando VI, 6, y sirve hoy como sede de la Sociedad General de Autores. Su autor, José Grasés, fue discípulo de Gaudí. Otros edificios de este estilo son la casa Ruiz de Velasco, en la calle Mayor, 6, de López de Salaberry, y la capilla del cementerio de la Almudena.
Eclecticistas. "Usan un lenguaje clásico de capiteles, cornisas o frontones buscando la grandiosidad y edificios emblemáticos", explica De San Antonio. De este estilo son el Banco de España (Eduardo Adaro y Severiano Sainz); el edificio de la Bolsa, de Enrique María Repullés y Vargas, y el Casino, de Luis Esteve. También ministerios como el de Agricultura, el edificio Metrópolis, el hotel Ritz o el teatro Calderón.
Medievalistas. Ejemplo de esta tendencia es la cripta de la catedral de la Almudena, considerada como neorrománica. De estilo neogótico está el colegio de Nuestra Señora del Pilar. Neobizantino sería el panteón de los Hombres Ilustres.
Arquitectura del hierro. El palacio de Velázquez o el de Cristal, dos obras de Ricardo Velázquez que se encuentran en el Retiro, corresponden a este estilo.
Hubo también un grupo de arquitectos que se planteó no mirar al pasado y hacer una arquitectura moderna de verdad. Nació así el racionalismo constructivo, con obras como el antiguo depósito de aguas de la calle de Santa Engracia (Diego Martín Montalvo y Luis Moya) o la Residencia de Estudiantes (Antonio Flórez).
El Madrid del 98. Arquitectura para una crisis. Colección Guías Culturales de la Comunidad. 1.200 pesetas.
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