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Viviendas con valor ecológico añadido

Son la niña bonita del Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona (PMH). Suman 441 viviendas y se ubican junto a la Ronda de Dalt. Están pensadas para esos jóvenes barceloneses más sensibles que sus antepasados a todo lo que signifique ahorro energético. Sus prestaciones no tienen nada que ver con las de otras promociones públicas en las que los presupuestos encorsetados casi siempre marcan la pauta. Estas casas constituyen todo un lujo al que sus destinatarios accederán en régimen de alquiler. Sus acabados son la mejor prueba de que los jóvenes empiezan a ser el colectivo más mimado por unos poderes públicos preocupados por atajar el envejecimiento de la población y el éxodo de las nuevas generaciones. Cuando el presidente del PMH, Eugeni Forradellas, habla de esta promoción, también conocida por les vores de la Ronda de Dalt, no puede disimular la satisfacción que le produce. La cálida acogida que están teniendo los pisos entre unas parejas agobiadas por los altos alquileres del mercado era previsible. No estaba tan claro para la Administración si inclinarse por materiales de construcción ecológicos, de bajo consumo, significaría rebasar los niveles presupuestarios considerados razonables. La práctica ha demostrado que es posible abrir una brecha a favor de lo que se entiende por viviendas sostenibles sin aumentar presupuestos. Para Forradellas está claro que los jóvenes entienden mejor el viejo dicho catalán de que "ahorrar no hace pobre". Por este motivo y porque son más sensibles a las cuestiones medioambientales, acogen con los brazos abiertos unos pisos en los que los ladrillos utilizados son de baja conducción térmica y preservan el interior contra las inclemencias del tiempo, sanitarios de bajo consumo, doble cristal, ventilación cruzada, placas solares y aparcamiento con alumbrado sólo por tramos. Algunas de estas prestaciones se encuentran en promociones de lujo privadas, pero hasta ahora eran insólitas en pisos sociales donde las conexiones domóticas que existen en las llmadas casas inteligentes se instalan en cada rellano en espera de quien quiera utilizarlas. Los pisos de la Ronda de Dalt han logrado romper el mito de que los materiales ecológicos encarecen el proyecto. El técnico del PMH Francesc Obón destaca el valor pedagógico de esta promoción, que, asegura, marcará un antes y un después en las actuaciones del patronato y sienta un precedente que tener en cuenta en las futuras operaciones del organismo municipal. Del Colegio de Aparejadores surgen voces optimistas respecto al futuro de las viviendas sostenibles, pero reconocen que los criterios que más pesan en el ánimo de los promotores son, hoy por hoy, los que ayudan a rebajar los costes. La importancia del coste En este sentido, se muestran más receptivos a determinados productos más baratos que los convencionales, y si resultan más ecológicos, mejor, porque los precios son siempre los que se imponen en las obras, por delante de otras consideraciones. El arquitecto técnico Antoni Floriach sostiene que en promociones de calidad media y alta los materiales ecológicos no suponen un encarecimiento significativo. No son tan llevaderos, en cambio, en viviendas destinadas a cubrir la demanda de una clientela más modesta. De los anuncios se desprende que lo que más vende son los metros cuadrados, la situación de la finca, el número de habitaciones... De momento las consideraciones ecológicas brillan por su ausencia. Todas las partes implicadas coinciden en que otro gallo cantará el día que los compradores valoren como signos de confortabilidad las instalaciones de bajo consumo energético. Uno de los inconvenientes a los que se ha enfrentado el PMH en los pisos de los márgenes de la ronda es la búsqueda de fabricantes que comercialicen los materiales alternativos. Su ausencia de los circuitos del mercado tradicional es un factor que induce a muchos promotores a inclinarse por lo de siempre. Nadie duda que en un futuro más o menos próximo las viviendas sostenibles se acabarán haciendo un hueco. El día que la ecología penetre en el ámbito doméstico y de servicios, justo donde se consume más energía, este tipo de viviendas dejarán de ocupar un lugar testimonial para convertirse en un factor que tener en cuenta antes de elegir la casa de nuestros sueños: amplia, soleada, bien situada y, por qué no, ecológica.

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