Ibarretxe desoye las exigencias de ETA y mantiene su plan de formar un Gobierno con los socialistas

El candidato a lehendakari Juan José Ibarretxe replicó ayer a ETA que la responsabilidad para formar el nuevo Gobierno vasco es exclusivamente suya, y ratificó que la próxima semana comenzará a trabajar con el PSE y EA en busca de un Ejecutivo con mayoría parlamentaria. Ibarretxe confía en que los socialistas acuerden hoy en su Comité Nacional una postura para poder iniciar ya el intercambio de programas. Sin descartar otras opciones, ha hecho de la negociación con el PSE "una apuesta personal" frente a los dictados de ETA, que exige al PNV que descarte alianzas con formaciones no abertzales.

Aunque ETA, en su último comunicado, no entra a valorar el proceso de formación del próximo Gobierno vasco, sí hace un llamamiento al PNV a romper los acuerdos con aquellos partidos "que tienen por objetivo la desaparición de Euskal Herria". El candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, respondió ayer que lo importante de la literatura de la organización terrorista es la ratificación del alto el fuego, aunque sea indefinido y no definitivo. El resto del comunicado lo considera meras opiniones.Aunque Ibarretxe ha explicado a los interlocutores de todos los partidos que para el PNV la Declaración de Lizarra -firma-da en la localidad navarra de Estella por PNV, HB, EA e IU el 12 de septiembre- es un elemento primordial que decidirá el futuro de las alianzas de su partido, también ha dejado muy claro que ese documento no ha de ser interpretado de manera excluyente, y que las aproximaciones al mismo se pueden hacer desde muchos prismas.

"La responsabilidad de formar Gobierno es de los partidos democráticos", declaró ayer en el Parlamento vasco, adonde acudió para presentar sus credenciales como diputado. "Más en concreto, esa responsabilidad es mía", dijo, "y mi apuesta sigue siendo por un Gobierno con mayoría absoluta".

La Asamblea Nacional del PNV otorgó el jueves a Ibarretxe su confianza para seguir adelante con los planes previstos, dejando como segunda y última opción la de un Gobierno en minoría PNV-EA con apoyos externos de EH. El Ejecutivo con mayoría parlamentaria suficiente beneficiaría tanto al PNV como al PSE. Los peneuvistas no quedarían en manos de EH, formación que, de no haber Gobierno con mayoría absoluta, podría marcar los tiempos de la actividad parlamentaria. Aun comprometida en un pacto de investidura previo, la formación de Otegi tendría la capacidad de decidir cuándo acudir a la Cámara, o cuándo abstenerse en determinadas votaciones para dejar a su conveniencia en manos del PP y del PSE determinadas áreas de la tarea legislativa. Una inestabilidad parlamentaria que Juan José Ibarretxe intenta rehuir.

A los socialistas, la entrada en un Gobierno sólido les reportaría además del liderazgo compartido en el proceso de pacificación de Euskadi, no quedarse descolgados de las instituciones municipales y forales. El PSE, como partido que ha estado en el Gobierno durante más de una década, dispone de gran número de cargos públicos que están empujando para establecer un nuevo discurso político más posibilista, que sin romper con las esencias del socialismo, se acerque a las tesis del PSE de Guipúzcoa.

Después de una campaña electoral en la que el papel de los socialistas guipuzcoanos -sin cuyo apoyo no hubiera prosperado la candidatura de Nicolás Redondo para la secretaría general- ha estado muy en segundo plano, el Comité Nacional que se celebra hoy en Bilbao podría devolver al guipuzcoano y vasquista Jesús Egiguren un mayor protagonismo en la formación del Gobierno vasco. 250 delegados marcarán las directrices para entrar en el Ejecutivo de Ibarretxe.

PNV y PSE pretenden comenzar la próxima semana la segunda fase de las conversaciones, con el intercambio ya de los primeros documentos. El proceso de pacificación, un pacto por el empleo, la formación, el euskera y la cultura serán los ejes de las primeros contactos más en profundidad que deberán desarrollar las delegaciones de los dos partidos. Por parte del PSE los integrantes de la misma serán los tres secretarios provinciales, el secretario general, el número dos del partido, Jesús Egiguren, y Rodolfo Ares.