La alegría de Ardanza

El aún lehendakari José Antonio Ardanza es uno de los miembros del PNV más firmemente convencidos de que los socialistas tienen que entrar en el Gobierno vasco. Consejero de lujo para Juan José Ibarretxe, es quizá más consciente que nadie de que un Gobierno en minoría puede convertir cuatro años en un infierno. Y dependiendo de un partido como EH, que no sabe lo que supone apoyar al Ejecutivo en los debates en comisión, en el pleno y en las batallas de pasillos. Por eso, el lehendakari en funciones se alegró ayer de que el PSE-EE haya decidido "marcar su propia impronta política y haya comenzado a dialogar con HB".

El secretario general del PSE, Nicolás Redondo, el número dos, Jesús Egiguren, y su presidente, José María Benegas, se reunieron el jueves con los miembros de la Mesa Nacional de HB Arnaldo Otegi y Joseba Permach. La reunión, que sirvió para descongelar las relaciones entre ambos partidos, fue considerada por Ardanza como una buena noticia. "Los socialistas llevaban un tiempo desorientados, haciendo seguidismo del PP, y este encuentro servirá para retomar el rumbo que siempre han tenido", dijo.

Ardanza hizo esas declaraciones en Llodio (Álava) durante la colocación de la primera piedra de las obras de Herriko Plaza (la Plaza del Pueblo). En el acto también estuvieron Ibarretxe y el ex alcalde, diputado de EH y recientemente excarcelado, Pablo Gorostiaga. "Ésta es la forma de construir un nuevo futuro", dijo Ardanza refiriéndose al contacto del PSE con HB, "Hace falta que hablemos todos con todos, y si hasta Aznar está dispuesto a hablar con ETA, ya es el summum", dijo.