División en la Fiscalía de la Audiencia por el "caso Pinochet"

La postura de la Fiscalía de la Audiencia Nacional sobre el caso Pinochet no es monolítica como pretende su jefe, Eduardo Fungairiño, y ha provocado una división entre sus integrantes. Fungairiño sostuvo ayer ante un grupo de periodistas que no le parecen correctas las consideraciones de la Sala de lo Penal de la propia Audiencia acerca de que la justicia española tiene jurisdicción para juzgar por genocidio al ex dictador Augusto Pinochet. El fiscal jefe precisó que como la decisión de la Sala es irrecurrible, "habrá que acatarla. Habrá que estar y pasar por ella".

Fungairiño, no obstante, afirmó que mantiene todos los recursos planteados contra los autos de los jueces Baltasar Garzón y Manuel García-Castellón, incluido un recurso de nulidad.

Preguntado si su postura es respaldada por el resto de los fiscales señaló: "No hemos sometido el asunto a la Junta de fiscales, pero estamos todos de acuerdo. Nadie me ha dicho que no tengamos razón al plantear la falta de jurisdicción o al entender que no existe genocidio".

Sin embargo, al menos cuatro de los 10 fiscales de la Fiscalía son contrarios a la postura de Fungairiño. El nuevo teniente fiscal, Jesús Santos -al que Fungairiño aludió como el "teniente fiscal in pectore, puesto que Ignacio Gordillo es el teniente fiscal en funciones"-, defendió recientemente que la Fiscalía tendría que cambiar el chip e impulsar las investigaciones a la vista de la resolución de la Sala que establece la competencia de la Audiencia Nacional para conocer el caso.

Los fiscales Javier Balaguer, Enrique Molina y Luis Barroso tampoco están conformes con la postura de la Fiscalía en este asunto. Balaguer elogió ayer las resoluciones de la Sala que reconocen la competencia española sobre el genocidio y las calificó de "muy serias y trabajadas".