Posadas: "Ya no sé qué hacer para que me consideren escritora"

Carmen Posadas reclamó ayer su derecho a que la consideren una escritora "después de haber escrito más de 20 libros, algunos de ellos traducidos a varios idiomas, después de haber escrito guiones de cine y después de dedicarme al periodismo desde hace años". La autora presentó ayer Pequeñas infamias, la novela ganadora del Premio Planeta, junto con el finalista, José María Mendiluce.

Nacida en Montevideo en 1953, hija de diplomático y esposa en segundas nupcias del ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio, la escritora Carmen Posadas está convencida de sufrir "un prejuicio al revés". "Este mundo", comentó en un hotel de Madrid donde ayer concedió entrevistas, "está acostumbrado a colgar etiquetas y yo no soy una mujer fácilmente encasillable. Algunos pueden pensar que, para ser una buena escritora, sería mejor que fuera tonta o fea. ¡Ya no sé qué hacer para que me consideren una escritora!"Carmen Posadas comenzó su carrera literaria a principios de los años ochenta, cuando todavía no vivía en España ni aparecía en la prensa del corazón, con varios libros de temas infantiles. En 1984 obtuvo el Nacional al mejor libro infantil. Después ha publicado ensayos de divulgación y novelas, al tiempo que no ha abandonado nunca su dedicación al periodismo. "La afición por la literatura", manifiesta esta mujer que ha vivido en Londres, Moscú, Buenos Aires y Madrid, "me viene sobre todo de mi padre. He leído mucho y muy variado y me reconozco en autores como Charles Dickens, que lograron llegar a un público muy amplio con historias de una profundidad impresionante". Con un suave acento uruguayo, que no ha perdido tras una década de residencia en España, Posadas agrega que le gustan varios autores contemporáneos españoles que van de Miguel Delibes a Eduardo Mendoza y de Javier Marías a Almudena Grandes.

La ganadora del último Planeta piensa tomarse un descanso tras las semanas de promoción de Pequeñas infamias, una novela que define a partir de las casualidades que van jalonando la vida y a partir de ese tipo de infamias que la gente va escondiendo y tapando. "Todo se sustenta", añade, "sobre una trama de intriga de la que derivan varias historias".

Fue un día agotador para la ganadora y el finalista del último premio Planeta, que dedicaron la mañana a responder a las preguntas de cerca de una treintena de periodistas. Al mediodía, lejos de relajarse, la cosa fue en aumento. El editor de Planeta, José Manuel Lara Bosch, abrió la presentación de los libros dirigiéndose a los que han calificado a la editorial como buscadores de autores mediáticos: "El objetivo del premio no es descubrir autores. El autor se descubre solito, pero el premio puede contribuir a acelerar su carrera".

210.000 ejemplares

Rosa Regás, que presentó Pequeñas infamias, calificó la novela, que aparece con una tirada de 210.000 ejemplares, como un puzzle donde encajan todas las piezas desde el principio y donde los personajes (ocho en total) son analizados como si estuvieran siendo observados a través de una lupa. "El acierto más divertido de esta novela es que la escritora ha puesto todos los aromas de la buena cocina sin que caiga ni una mancha de aceite".Ángeles Caso ejerció de madrina de José María Mendiluce dándole la bienvenida al incierto mundo de la ficción literaria. La escritora definió Pura vida como una novela de pasiones clásicas, a lo que el autor respondió calificándola como una obra "agridulce". "El pueblo donde se desarrolla la novela se ha salvado del huracán Mitch por escasos kilómetros, pero muchos de mis personajes podrían estar bajo el lodo", explicó.

Antiguo dirigente del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y actual eurodiputado en las listas del PSOE, Mendiluce ha escrito algunos ensayos de divulgación como Amor armado o Tiempo de rebeldes. La novela Pura vida es la primera obra de ficción que escribe.