El tribunal malaisio que juzga a Anwar Ibrahim admite observadores en la sala
El juicio contra el ex viceprimer ministro de Malaisia, Anuar Ibrahim, acusado de cinco cargos de abuso de poder y sodomía, entró ayer en su segunda jornada con la declaración de un testigo quien aseguró que Anuar intentó influir en la policía para que ésta ocultara pruebas en su contra.
Aunque, por segundo día consecutivo, el tribunal no otorgó ni a diplomáticos ni a representantes de organizaciones internacionales el estatus de observadores, una pequeña representación de ambos grupos fue admitida ayer en la sala por el presidente del tribunal, Augustine Paul. Los abogados de Anuar habían pedido a Augustine antes del comienzo del juicio que otorgara esos permisos, una solicitud que el juez calificó el lunes pasado como "un gran desprecio" al tribunal. Organizaciones de derechos humanos y un representante de la ONU recibieron con críticas la decisión del juez y pidieron más escrutinio internacional sobre el respeto a los derechos humanos en Malaisia.
Mohamed Said Awang, director de los servicios especiales de la policía malaisia, aseguró que Ibrahim le llamó a su residencia privada con el objetivo de que convenciera al chófer de éste de que se desdijera de las acusaciones formuladas contra Ibrahim. Según el responsable policia, esto sucedió en agosto de 1997.
Fuera del edificio donde se lleva a cabo el juicio, cien hombres pertrechados con armas automáticas vigilaban para que no se produjeran incidentes provocados por los partidarios de Ibrahim, que sostienen que el proceso es una conspiración urdida por el primer ministro Mohamed Mahathir.
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