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Sanidad trasladará el centro de salud mental de Móstoles por su precariedad

Los usuarios y médicos del centro de salud mental de Móstoles (196.500 habitantes) tienen que apiñarse en un reducido espacio que comparten con una residencia de ancianos. Además, los despachos de los facultativos deben servir también de sala de reuniones, y la plantilla no ha crecido en los tres últimos años, según los afectados. La Consejería de Sanidad ha escuchado las protestas de pacientes y médicos y ha encontrado una salida: en un plazo de cuatro meses, todo el servicio de salud mental se habrá trasladado a un edificio de 700 metros cuadrados, en la calle de Nueva York.

Desde 1985, la asistencia a toda el área sanitaria número 8 (en la que están incluidos Móstoles, Alcorcón, Navalcarnero y casi una decena de pequeños municipios) se presta en una sola planta del edificio Juan XXIII, conocido por albergar una residencia de la tercera edad.

Allí, los 20 psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales tratan de repartirse lo mejor posible media docena de despachos en los que pasan consulta y realizan las sesiones de psicoterapia. La asociación de anoréxicos de la zona sur, cuyos miembros reciben tratamiento en este centro, se quejó este verano de la falta de medidas de seguridad, después de que un joven se lanzase por la ventana.

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