El paro biológico de Mauritania acaba con augurios de extinción para la flota de Cádiz Los pescadores onubenses reclaman dimisiones a la Junta por impedirles la actividad mañana

La flota pesquera gaditana está en vías de extinción. Éste es el mensaje catastrofista que lanzó ayer el director de la Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Cádiz (Asemar), Arturo Castaño, coincidiendo con la finalización de la parada biológica de merluza negra en el caladero de Mauritania. Los 18 barcos de la flota gaditana, que llegaron al puerto de Novadhibou hace unos días para recibir el permiso de pesca, volvieron a faenar anoche. Mientras, en Huelva, los pescadores han exigido dimisiones en la Junta por obligarles a descansar mañana.

Durante septiembre y octubre, la flota ha padecido un periodo de veda por tercer año consecutivo, aunque en esta ocasión la incidencia ha sido menor por una doble circunstancia. Por un lado, porque se ha registrado una reducción significativa de la flota en siete buques en apenas un año. Por otro, y como aspecto positivo, la mitad de los buques ha optado por incorporarse al caladero de Senegal. "El paro ha afectado menos por estas dos razones, pero llegará un momento en el que nada tendrá incidencia porque no habrá flota", advirtió Castaño. "El final puede estar cercano si no se articulan soluciones que estamos hartos de pedir de todas las maneras", agregó. Asimismo, expresó su esperanza de que la ministra de Agricultura y Pesca, Loyola de Palacio, devuelva a su homólogo mauritano la visita que éste realizó a Madrid en el mes de junio, para intentar negociar el convenio actual y "allanar el camino" ante Comisión Mixta Unión Europea-Mauritania, que se celebrará en diciembre. Castaño, que no precisó las pérdidas que han podido acumular los armadores, detalló que unos 250 marineros han debido permanecer en tierra, lo que ha provocado la suspensión de los trabajos de manipulación de la mercancía para otros 400 trabajadores del puerto gaditano. Por otro lado, los responsables de las Cofradías de Pescadores y Asociaciones de Armadores de Huelva pidieron ayer "el cese inmediato" del director general de Pesca, Francisco Gómez Aracil, y del delegado provincial de Agricultura y Pesca, Domingo Ávila, tras conocer la decisión de la Junta de imponer a la flota pesquera y marisquera onubense un descanso obligatorio para mañana. La Administración argumenta en su determinación que esa jornada, al ser festiva, "supone el cierre de las lonjas y, por tanto, no se podrá subastar el pescado". Además, según la Junta, la resolución "incidirá positivamente en el control del esfuerzo pesquero al que está sometido el caladero". El sector considera que la imposición del Gobierno andaluz "discrimina a la provincia de Huelva porque la prohibición sólo afecta a los 450 buques con base en los puertos onubenses, mientras que los pescadores de Cádiz podrán faenar en nuestros caladeros", manifestó ayer el vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, Mariano García. Éste criticó "la precipitación de la Junta, que comunicó su determinación a última hora del viernes, sin posibilidad material de trasladar a la flota afectada el contenido de su decisión".