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Arteleku desplaza a Vitoria un complejo montaje de 16 artistas noveles

Ángel Bados y Txomin Badiola crearon un taller el año pasado en el centro Arteleku de San Sebastián, unieron a 16 artistas jóvenes llegados de toda España y se empeñaron en explotar su vena creativa. Aquel modesto trabajo, desarrollado en medio año, tendrá su momento culminante este próximo mes. Desde ayer y hasta el 29 de noviembre, los 16 artistas plásticos exponen por primera vez, en un proyecto de cierta envergadura, en el Depósito de Aguas de Vitoria.

El taller de trabajo dirigido por Ángel Bados y Txomin Badiola es en realidad el único nexo común entre los 16 artistas, puesto que allí coincidieron cinco meses trabajando de forma continuada. Por lo demás, cada uno ha elegido una temática distinta, un soporte diferente y unos materiales dispares. "No hay un eje concreto de trabajo, aunque muchos de ellos reflejan las circunstancias en que se está moviendo el arte contemporáneo", explicó ayer el director de Arteleku, Santi Eraso, antes de la inauguración de la muestra. El montaje tiene una alta complejidad. Ha obligado a encajar una obra de cada autor en una misma sala, el antiguo Depósito de Aguas, ahora denominado Espacio Oihanederra, perteneciente al palacio Montehermoso (calle Fray Zacarías Martínez, 2). "No es un espacio neutro", admitió la coordinadora del centro, Araceli de la Horra. "Su arquitectura complica a veces la exposición, pero no deja de ser un reto", añadió Iñaki Garmendia, responsable del montaje. Se trata de un lugar medianamente amplio, enladrillado, de aspecto frío, con remedos de una arquitectura industrial y arcos donde confluirá un mestizaje de técnicas y disciplinas artísticas durante el próximo mes, hasta el 29 de noviembre. Obras reelaboradas Los artistas proceden de varias comunidades, Cataluña, Galicia y el País Vasco, principalmente. Todos se estrenan en exposiciones de cierta envergadura. Únicamente exhibieron sus obras este pasado verano en el mismo centro Arteleku, aunque distribuidos en dos fases, dada la cantidad de trabajos. "Aunque nuestra vocación principal", matizó Santi Eraso, "no es la de la difusión de las obras. Nosotros sólo somos un centro de producción y reflexión en torno al arte contemporáneo, de carácter multidisciplinar y polivalente". Debido precisamente a la complejidad del montaje, la exposición concluirá en noviembre y no se trasladará a otra ciudad. A Vitoria las obras llegan retocadas o modificadas con el fin de adaptarlas al espacio. "Los trabajos se empezaron a realizar hace un año, pero la mayor parte de las obras que se exponen son nuevas o se han reelaborado", indicó Iñaki Garmendia. Este artista forma parte del grupo de expositores noveles. La vía de expresión más utilizada son las instalaciones, aunque desde vertientes bien diferentes. Desde una temática vinculada con la naturaleza y el medio ambiente, como en el caso de Jaume Sabater y, en cierto modo, también Vicente Blanco, hasta la luz y electricidad empleada por Marco Rosso. Otros transmiten sus obsesiones con los carteles (Inazio Escudero) y un amplio número de los artistas se decanta por la utilización del vídeo. Otros trabajos ponen en comunicación el mundo de la danza con el de las artes plásticas (Ion Munduate). El colorido se refleja en varias de las obras, como también el dominio del blanco y el negro (Abigail Lazkoz). La madera es un material repetido por varios de los artistas, como Josep Clua, Salvador Cidràs. y Xabier Salaberria. Otros ha elegido caminos que le llevan a una expresión más figurativa (Virginia Domeño). En realidad, la figura humana aparece representada en la mayoría de los artistas, aunque desde formas completamente distintas.

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