_
_
_
_
_

La UPV, dispuesta a retirar la denuncia contra los alumnos que zarandearon al rector

Naiara Galarraga Gortázar

La Universidad del País Vasco también quiere empaparse de los aires de tregua que recorren Euskadi. El equipo rectoral tendió ayer una mano a quienes han propiciado un clima de crispación, bajo la reivindicación "legítima" del derecho a recibir clase en euskera. Si se comprometen a encauzar sus reivindicaciones por las vías democráticas, el Rectorado retirará las denuncias contra doce alumnos por provocar "desórdenes públicos" en un claustro el pasado abril. El rector lo anunció en la Junta de Gobierno sin dar plazos.

El rector, Pello Salaburu, declaró no tener dudas de que es su "obligación" poner fin al proceso judicial para contribuir a la tranquilidad en la UPV. A cambio, él y su equipo exigen a quienes han provocado diversos incidentes y le zarandearon en la reunión del claustro que acepten las reglas de juego de una sociedad democrática como la vasca, según un portavoz de la universidad. La primera ocasión para palpar si existe un cambio de actitud puede ser esta tarde. El sindicato estudiantil Ikasle Abertzaleak y la coordinadora Euskal Herrian Euskaraz han convocado sendas manifestaciones en San Sebastián, Vitoria, Pamplona y Bilbao para reclamar el derecho a estudiar en euskera. En la Junta de Gobierno también se habló de otros temas. La Universidad pública realizó el año pasado 500 proyectos de investigación valorados en más de mil millones e invirtió otros 1.600 en becas e infraestructura científica. Anunció también que ha acordado con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) crear sendas unidades compartidas de Biofísica y Física Aplicada. El premio Príncipe de Asturias Pedro Miguel Etxenike dirigirá ésta última. El equipo rectoral retirará las denuncias cuando compruebe que existe la voluntad de ajustarse a cauces democráticos, explicó un asistente a la reunión. "Tampoco voy a hacer el primo", advirtió Salaburu. Prácticamente toda la Junta de Gobierno acogió con satisfacción la actitud rectoral, según otro de los presentes. El Rectorado está empeñado en que nada distorsione el recién iniciado debate para aprobar el plan que establece cómo se extenderá el euskera en la UPV durante los próximos cinco años. La Junta de Gobierno debe aprobar el plan, con o sin modificaciones al proyecto rectoral. La situación creada a raíz de la tregua indefinida de ETA les ha llevado a hacer este ofrecimiento. Salaburu dejó claro que protestas como la de abril son un "sinsentido". Y precisó que la propuesta final del Rectorado sobre la lengua vasca no ha variado respecto al proyecto entonces se barajaba. Medio centenar de alumnos interrumpieron entonces el claustro a gritos y pancartas en ristre para reclamar su derecho a estudiar en euskera en la UPV. El equipo que dirige la universidad -que tiene una nutrida presencia de euskaldunes- coincide con el fondo de la reivindicación, pero de ninguna manera con las formas. Salaburu insistió en que la decisión de llevar a doce estudiantes ante los tribunales era la "adecuada" entonces. Ahora la paz está más cerca y el Rectorado quiere contribuir a que llegue.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_