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El Gobierno denuncia el vertido de miles de litros de hidrocarburos junto al río Jarama

Vicente G. Olaya

Una gran balsa de hidrocarburos se extiende desde hace dos días a unos 500 metros del río Jarama. La Consejería de Medio Ambiente considera que se trata de un vertido de la empresa Aureca, propietaria de una planta gestora de aceites usados. Aureca lo niega; replica que la balsa son sólo "aguas pluviales" del polígono industrial donde se ubican.Medio Ambiente abrió ayer un "expediente de información reservado" contra Aureca y denunciará hoy el caso ante la Fiscalía de Madrid "para exigir las responsabilidades penales que sean precisas", explicó el jefe de Calidad Ambiental, Ignacio López-Galiacho.La empresa Aureca se sitúa a orillas del río Jarama, entre los municipios de Madrid y Paracuellos del Jarama. Ocupa una parcela adyacente a la planta de tratamiento de residuos fisicoquímicos que posee la Comunidad en Valdebebas, pero no mantiene ninguna relación con ella.

Por su parte, IU cree que el vertido pone en peligro los acuíferos cercanos y ha pedido una comparecencia del consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja.

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Aceite usado

Medio Ambiente acusa a la empresa Aureca de trasladar el vertido tóxico a otra fosa

Aureca recibe cada año unas 16.000 toneladas de aceites industriales usados. Los quema para producir energía. Posteriomente, vende esta energía a las grandes compañías eléctricas. Pero, y a pesar de tratar con elementos muy contaminantes, la planta se encuentra dentro de la zona inundable del Jarama. "El agua ya nos ha inundado tres veces. Hemos tenido que alicatar todo para que no nos salgan humedades. Como el Canal de Isabel II abre las compuertas de El Atazar sin avisarnos, pasa lo que pasa", se quejó un directivo.El diputado de IU Julio Setién cree que el vertido puede afectar a los acuíferos, "porque nadie sabe, a ciencia cierta, cuánto se ha vertido sin control". Afirmó que existen tres balsas de aceites contaminados junto a la planta, cuya extensión suma más de 500 metros cuadrados. López-Galiacho, que no niega el riesgo, cree que la contaminación no se ha extendido porque "la vegetación cercana, que es la primera que lo sufre, no está afectada".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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