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El presidente palestino inicia la depuración de los cuerpos de seguridad

El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yasir Arafat, está dispuesto a acabar con la guerra de clanes policiales. Cuatro funcionarios de los servicios secretos palestinos, entre ellos un oficial, fueron arrestados e inculpados ayer por un tribunal militar de excepción como responsables de un supuesto "arreglo de cuentas" con miembros de la policía local de Al Fatá de Ramala.Los acusados serán juzgados por el tribunal castrense en las próximas 48 horas, según un procedimiento expeditivo, sin posibilidad de recurso y de dudosa juridicidad, similar al utilizado por la propia AN el pasado verano en Gaza, donde se detuvo, condenó y ejecutó a dos funcionarios policiales implicado también en la muerte de dos ciudadanos por supuestas rivalidades político-profesionales.

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Los servicios de seguridad palestinos se encuentran inmersos desde hace meses en una guerra de clanes, cuyos episodios más destacados han tenido como escenario la ciudad de Ramala, sede provisional del Gobierno palestino y donde se encuentran al mismo tiempo las oficinas principales de los 10 diferentes grupos de información y seguridad con que cuenta Arafat.

La batalla por el control de la seguridad provocó hace pocos días un enfrentamiento entre miembros de Fuerza 17, encargados de la protección personal de Arafat, y otros miembros de la Seguridad Preventiva Palestina, que dirige en Cisjordania el general Jibril Rajoub, según aseguraban ayer vecinos de Ramala. Testigos presenciales señalan que en este caso llegaron a producirse numerosos disparos.

Los incidentes más escandalosos han tenido como protagonistas, sin embargo, a los miembros de la Seguridad Militar, que desde hace un tiempo tratan de establecer un control estricto sobre las labores policiales que vienen realizando en determinadas ciudades los militantes del partido gubernamental Al Fatá.

Funcionarios de la Seguridad Militar decidieron el pasado fin de semana vengarse de una afrenta sufrida por militantes de la sección local de este partido en Ramala. Su sede principal en la ciudad fue registrada con la excusa de buscar armas, iniciando así la requisa de armamento decidida en los acuerdos interinos de Washington. El incidente entre Seguridad Militar y Al Fatá de Ramala provocó la movilización de los militantes y seguidores del partido, que desde hace una semana se encuentran en pie de guerra, dispuestos, con el apoyo de las autoridades locales, a recuperar todos sus derechos.

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