Jospin es quien reparte juego
El primer ministro francés, el socialista Lionel Jospin, se ha convertido en Pörtschach en el personaje clave que reparte juego y domina el centro del campo, mucho más que el británico Tony Blair. Se apoya para ello en el refuerzo de la hegemonía socialista, y en dos personajes que lo encarnan: el italiano Massimo D"Alema y el alemán Oskar Lafontaine, segundo del inminente canciller Gerhard Schröder, que son tan o más socialdemócratas que él mismo.El nuevo rodillo socialista fue asumido por casi todos con deportividad. "Europa no es de derechas ni de izquierdas, sino la síntesis de diferentes intereses nacionales", proclamó Jacques Chirac. "En los debates todos hemos sido unánimes", independientemente de ideologías, dijo, con delicadeza, el recién llegado Massimo D"Alema.
Sólo José María Aznar salió de la sintonía consensual: "A veces escucho con profunda sonrisa" que la apuesta por el crecimiento o la rebaja de tipos sean de cuño socialista, "¿no será que más bien que al hacerse Europa socialdemócrata los socialdemócratas se hacen más centrados?", quiso ironizar.
El caso es que, discreto, pero con orgullo, Jospin, aún aceptando la frase de Chirac según la cual las ideologías no constituyen las grandes líneas divisorias de la Unión Europa, constató que ha habido un cambio en el mapa político: "La sensibilidad por el crecimiento y el empleo, por la coordinación de la política económica y por la creación del Euro-11 [el Ecofin de los países del euro, suerte de embrión de Gobierno económico] constituyen aportaciones de la nueva mayoría" en la Asamblea.
La cronología acude en su apoyo. Fue él quien antes de la cumbre de Amsterdam forzó a que el nuevo Tratado incluyese la política de fomento del empleo, amenazando con aplazar el Pacto de Estabilidad. Fue él quien insistió en dotar de contenido al Ecofin de los Once. Fue él el más insistente defensor en completar la política monetaria con la económica, bajo el signo de impulsar el crecimiento. Son las ideas -diseñadas por Jacques Delors- que han vuelto al candelero de la Unión.
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