Los cineastas europeos apoyan a las televisiones públicas

En 1997 los productores y realizadores europeos reunidos en Beaune acordaron denunciar el AMI (Acuerdo Multilateral de Inversiones) en tanto que atentado a la llamada excepción cultural. Ahora, en 1998, una vez enterrado el AMI, los Rencontres Cinématographiques de Beaune han centrado su mirada estos pasados días en la televisión pública al mismo tiempo que en la defensa de la soberanía cultural. De ahí que se denuncie la continuación del AMI por otros caminos, ya sea rebautizado como negociación sobre el comercio electrónico o en tanto que pacto dentro de la OMC (Organización Mundial de Comercio) y el GATT 2000. En Beaune se ha expresado "una clara desaprobación" dirigida a los EE UU porque intentan evitar "la libre autodeterminación de los países respecto a sus políticas culturales y audiovisuales".La televisión pública en Europa ha sido la gran protagonista de estos encuentros. Los cineastas y profesionales han reclamado "el mantenimiento y desarrollo de un sector público" en la medida que "vector del pluralismo" y han reclamado que estas televisiones públicas deben participar de "las nuevas tecnologías de la comunicación" sin que el Tratado de Amsterdam les asegure "privilegio alguno". Beaune ha exigido que "los derechos y obligaciones de los difusores públicos queden claramente especificados" para mejor poder defenderlos.

Realidad diversa

La realidad de la TV pública en Europa es muy diversa. En Alemania la ARD es la primera en audiencia con sólo un 8% de su financiación dependiente de la publicidad; en Suecia los dos canales públicos contabilizan el 46,5% del público sin recurrir apenas a los anuncios; la DRTV danesa mantiene un más que estimable 27% de audiencia sin aceptar que los anunciantes aporten otra cosa que un 9% de su presupuesto. La comparación es terrible para España -pero también para otros países, como Italia, Portugal o France2- que ve como el conjunto de sus dos canales públicos de ámbito estatal depende en un 66% de unos publicitarios que sólo siguen apostando por TVE en la medida en que es la más vista."Para escapar a la dictadura de los índices de audiencia conviene resucitar los índices de satisfacción", recordaba el director Jacques Fansten, para quien este otro baremo sirve "para detectar los espectadores del mañana". El ex ministro Jack Ralite criticó que "la privatización de frecuencias se haya hecho regalándole partes de mercado a los operadores privados. Es lo que yo llamo la estatalización de la privatización".

Si en 1997 TVE produjo o coprodujo un total de 24 filmes, la TV pública francesa hizo posibles 62 largometrajes; la británica 29; y la alemana 34; cifras que corresponden a actitudes distintas y a contextos de actuación diversos de las privadas.