Un fabricante de juguetes advierte que unos coches y motos para niños pueden incendiarse

La empresa fabricante de juguetes Fisher Price ha pedido a quienes hayan comprado un vehículo Power Wheels que dejen de utilizarlo porque presenta un defecto que puede provocar un incendio. La compañía estima que sólo en EE UU se han vendido 10 millones de unidades de este juguete, un pequeño vehículo que imita a los coches y motos auténticas y en el que, según el modelo, caben uno o dos niños. Cuando se pisa el acelerador, una batería eléctrica impulsa el vehículo a una velocidad de unos siete kilómetros hora.

El recalentamiento de un fusible situado sobre la batería del juguete ha provocado al menos 150 incendios en este país. Nueve niños han resultado heridos con quemaduras menores. Algunos de los fuegos comenzaron cuando el vehículo no estaba siendo utilizado. En otros 700 casos, los padres llamaron a la empresa al comprobar que salía humo de su interior o porque se derretía el plástico que cubre la batería.

Mattel, la empresa a la que pertenece Fisher Price, ha garantizado la reparación gratuita de este juguete al tiempo que ha retirado de las estanterías todos los Power Wheels fabricados antes de septiembre de este año. El juguete se vende en todo el mundo desde 1984.

El Instituto de Seguridad para el Consumidor de EE UU ha asegurado que el juguete es un auténtico "foco de incendios".

En España, dejaron de venderse los jeep desde 1993 por su elevado precio en comparación con otras marcas, en especial de origen italiano, declara un portavoz de Toys "R" Us, empresa que sigue teniendo una pequeña existencia de las motos en sus almacenes. Las grandes superficies consultadas, como El Corte Inglés o Alcampo, señalan que hace tiempo que ya no reciben este material o que nunca lo han tenido a la venta.