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CERCO AL EX DICTADOR

Londres frustra las expectativas chilenas de que se reconozca la inmunidad a Pinochet

El Gobierno británico frustró ayer las expectativas del Gobierno chileno y de una comisión de parlamentarios pro pinochetistas al manifestar que el reconocimiento del pasaporte diplomático al ex dictador Augusto Pinochet no le confiere inmunidad. La gestión del Gobierno chileno la lleva un veterano diplomático especializado en cuestiones límite que aún guardaba ayer alguna esperanza a pesar de que algunas voces en las filas laboristas y en las liberaldemócratas piden el procesamiento de Pinochet en Londres sin esperar a ver qué ocurre en España.

ENVIADO ESPECIAL

Santiago Benadava medió felizmente ya hace lustros para evitar una guerra entre Chile y Argentina por el canal de Beagle y ahora ha volado con urgencia a Londres para tratar de resolver el conflicto jurídico en que se encuentra Pinochet, al que acecha un juicio por genocidio. Ayer estuvo en el Foreign Office tratando de explicar el derecho de inmunidad de que goza el ex presidente en virtud de su pasaporte diplomático. Su interlocutor, Peter Westmacott, subsecretario para Latinoamérica, le hizo saber cortesmente "que el pasaporte diplomático del senador Pinochet no le confiere inmunidad y que el caso contra el senador Pinochet se contempla sólo en términos jurídicos", en palabras de una fuente británica. Para lo que no hay respuesta satisfactoria es para el enigma de que cómo un hombre "que sabía que corría riesgos jurídicos", en palabras de una fuente diplomática chilena, viajó a Londres. El ex dictador llegó en una "misión oficial", de la que nadie sabe nada a ciencia cierta, el pasado 21 de septiembre con vigencia de inmunidad en el pasaporte diplomático hasta el día 9 de octubre.

Dolencia inoportuna

Debido a una grave dolencia en la columna vertebral que obligó a una operación de hernia discal tuvo que quedarse más días en la capital británica y el 16 fue detenido. "Cuando se supo que podría ser llevado a los tribunales ya no se le podía mover del hospital", señala la misma fuente. Ahora lo que intenta el Gobierno chileno es convencer a las autoridades británicas de que a Pinochet se le hizo una extensión de su misteriosa "misión oficial" desde el 14 de octubre, dos días antes de su arresto hospitalario hasta el 5 de noviembre y que por ello debe gozar de inmunidad. Benadava no tira la toalla y dice que espera convencer al Foreign Office, donde tiene una cita pendiente con expertos legales para abordar el conflicto "entre profesionales, de un modo tranquilo". "Si el Gobierno aceptara la inmunidad diplomática, los tribunales ingleses no serían competentes", subraya. Y dice que no con la cabeza cuando se le plantea que la cuestión de genocidio trasciende esa inmunidad. De todas formas, Benadava reconoce que "la clave está en España con el recurso ante la Audiencia Nacional sobre la competencia de los tribunales españoles y el recurso de la fiscalía". Si esa competencia no prospera, "se puede caer todo el edificio por la base".

Los parlamentarios del Partido de Renovación Nacional y de la Unión Democrática Independiente (UDI) estaban ayer furiosos tras una jornada de visitas poco fructíferas. "Es irritante el doble estándar de algunos gobiernos, que reciben al dictador Fidel Castro y ver qué trato dan a nuestro presidente que nos devolvió el país a la democracia y nos entregó un país próspero", decía Pablo Longueira, presidente de UDI.

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Una parte de los parlamentarios desplazados a Londres viajaron anoche a Madrid para entrevistarse con las autoridades españolas y "tomar contacto con diversas partes de la sociedad".

Sobre la conciencia que el detenido paciente tiene de la batalla jurídico-política que se libra a su alrededor hay informaciones contradictorias. "No está bien y su salud empeoró cuando se le notificó la detención y no se ha recuperado", dice Angélica Cristi, de Renovación Nacional.

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