Brasil ultima un plan de ajuste de tres billones para conseguir ayudas internacionales
El Gobierno de Brasil, que preside Fernando Henrique Cardoso, ultima el plan de ajuste que tiene como objetivo posibilitar la concesión de un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos, que puede llegar a 55.000 millones de dólares (7,6 billones de pesetas). Este crédito sería el mayor de los concedidos jamás a un país en apuros económicos, junto al de México en 1995 como consecuencia de la crisis que azotó el país.
El plan brasileño, que aún no ha sido anunciado oficialmente, recoge un ajuste de unos 25.000 millones de reales (2,97 billones de pesetas). Con ello se pretende reducir el déficit, que en el primer semestre del año alcanzó el 7,3% del PIB. Además, el Gobierno brasileño espera un crecimiento cero el año próximo y un superávit primario (sin tener en cuenta la deuda) del 2,6% del PIB para 1999, del 2,8% para el 2000 y del 3% para el 2001.
Según fuentes gubernamentales, el ajuste estará centrado en la reducción del gasto público y no conllevará aumento de impuestos, pero, según la prensa, el plan incluye más cargas tributarias.
Novedades fiscales
Dos tercios del ajuste fiscal de casi tres billones de pesetas serían obtenidos con la reducción de gastos del Gobierno federal y de los gobiernos de los Estados. El equipo económico de Cardoso también cuenta con la aprobación por el Congreso de la reforma de la Seguridad Social, lo cual le permitiría ahorrar unos 236.300 millones de pesetas. El Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas no será aumentado, pero la cuota extraordinaria del 27,5% sobre los salarios superiores a 1.500 dólares mensuales (unas 208.500 pesetas), que se fijó de forma provisional en octubre del año pasado tras la crisis asiática, se mantendrá por un periodo indeterminado.
Entre las nuevas medidas fiscales figuraría la creación de un Impuesto sobre las Grandes Fortunas. Se aplicará a las personas con un patrimonio superior a 3,5 millones de dólares (unos 490 millones de pesetas), con lo que se podrían recaudar unos 256 millones de dólares (35.584 millones de pesetas) anuales. El Ejecutivo apoya el aumento al 0,3% de la cuota que se paga en el país por cada operación financiera, y que hoy es del 0,2%, con lo que se espera recaudar unos 475.000 millones de pesetas. También se baraja la propuesta de crear un impuesto sobre el consumo de combustible, con lo que se prodrían recaudar otros 166.800 millones de pesetas en 1999.
La idea original del Gobierno era lanzar el plan de ajuste de forma simultánea en Washington y Brasilia, pero la elección el próximo domingo de los gobernadores de los cuatro Estados más importantes de Brasil ha aplazado el lanzamiento del programa. El equipo económico de Cardoso reconoce que existe una gran expectativa en los mercados y advirtió que si se aplaza el conjunto de medidas fiscales podría ser interpretado en el exterior como una debilidad del Gobierno federal y provocar un efecto dominó en toda la región latinoamericana.
Esta última hipótesis implicaría un aumento del riesgo para las grandes empresas españolas presentes en la zona como Telefónica, Banco Bilbao Vizcaya, Banco Santander o Endesa.
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