El PSC denuncia que Fomento prevé sólo 20.000 millones de inversión nueva en Cataluña para 1999

Los 96.000 millones de pesetas en inversiones del Ministerio de Fomento y organismos públicos en Cataluña que según el PP y CiU figuran en el proyecto de presupuestos del Estado para 1999 son un ejercicio de "contabilidad creativa", una ilusión producida por el arrastre de los mismos proyectos de un año para otro, según denunció ayer el partido socialista. Tras estudiar el proyecto de los presupuestos para 1999, los socialistas aseguran que la inversión propiamente nueva destinada a Cataluña asciende sólo a 20.091 millones, una cifra muy alejada de sus necesidades.

Inversiones por un total de 74.000 millones de pesetas incluidas en el proyecto de presupuesto de 1999 corresponden a proyectos que figuraban ya en los presupuestos de 1998 y aun en los de años anteriores, según aseguró ayer Joaquim Nadal, presidente del Grupo Socialista en el Parlament. Como ejemplo ilustrativo de esta práctica, los socialistas explicaron ayer que de los 40.776 millones de inversiones del ente gestor de infraestructuras ferroviarias (GIF), encargado de las obras del tren de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, sólo 103 millones corresponden a proyectos nuevos no consignados en presupuestos anteriores. Los socialistas han comparado las inversiones en Cataluña del Ministerio de Obras Públicas en 1995 con las presupuestadas por el Ministerio de Fomento en Cataluña para 1999. El resultado indica una caída de las inversiones del 34,2%. Si la comparación se hace con las cifras de 1991, el año de mayor inversión del Estado en Cataluña, la diferencia es espectacular. Aquel año, las inversiones del Estado en infraestructuras ascendieron a 187.000 millones. Aunque la inversión prevista para 1999 supone un crecimiento del 25% respecto a 1998, la diputada socialista Mercedes Aroz destacó que no alcanza a recuperar la caída experimentada en años anteriores. Nadal y Aroz criticaron con duras palabras que el acuerdo entre Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP) no haya impedido que el ajuste presupuestario se haya hecho restringiendo inversiones en infraestructuras que Cataluña necesita. Lo mínimo que puede decirse, afirmó Nadal, es que CiU ha sido "negligente", porque lo cierto es que las inversiones en obra pública han caído en Cataluña más que en otras comunidades autónomas. Y es particularmente grave, agregó, porque esta contracción se ha producido en una fase expansiva del ciclo económico. La caída del IRPF El estudio de las previsiones sobre los ingresos de la Generalitat para 1999 no es más halagüeño, según los socialistas. Destacaron que, según todos los especialistas y los estudios llevados a cabo por entidades financieras, la reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) supondrá una caída de la recaudación. Pero el Gobierno ha incluido en el proyecto de presupuestos del Estado un incremento de la recaudación por IRPF del orden de 145.000 millones de pesetas. Esto permite mantener una previsión de ingresos para la Generalitat procedentes del 30% del IRPF que, según los socialistas, son irreales. El resultado será, según vaticinó Nadal, que Cataluña incrementará sólo en un 1% los ingresos por transferencias del Estado, mientras que las comunidades autónomas que no aceptaron la financiación a través del IRPF, las tres gobernadas por socialistas, incrementarán en 1999 sus ingresos en un 6%. Nadal destacó que la competitividad general de Cataluña resultará especialmente perjudicada por la combinación de estos dos factores: la contracción en las inversiones en infraestructuras y la mala financiación de la Generalitat. Respecto a las inversiones, dijo que deberían incrementarse en unos 100.000 millones anuales. En cuanto a la financiación de la Generalitat, Nadal afirmó que fue un grave error de Pujol "poner todos los huevos en el mismo cesto", el del IRPF. Los socialistas defienden que la nueva financiación autonómica que deberá aplicarse en el año 2001 se haga a partir de una "cesta de impuestos" que, además de una parte del IRPF, incluya la cesión del 100% de los impuestos especiales y una parte del rendimiento del IVA. Todo esto le llevó a la conclusión de que los catalanes harán bien "si confían a otros" las futuras negociaciones para el nuevo sistema de financiación autonómica.