Lamentable
Bajo el título de Puntualizaciones, Fernando Colomo responde a mi anterior carta sobre su película Los años bárbaros. No creo que merezca la pena entrar a juzgar si realmente Barbara Probst le prohibió hablar sobre cualquier miembro de la familia Benet -¿de verdad espera que nos lo creamos?- o sobre si mi conversación privada con Beatriz de Gándara fue tensa y desabrida, o sobre si el apellido correcto de Manual Lamana, uno de los protagonistas de la fuga e, indirectamente de su película, es Lamana y no Lamela, como repetidamente escribe el señor Colomo. Únicamente quiero hacer notar que por fin Fernando Colomo se decide a hablar de Paco Benet y a reconocer el papel que mi hermano tuvo en la fuga. Es una buena noticia aunque, tal vez se haya producido un poco tarde, igual que ya es tarde para apuntarse a homenajes antifranquistas. Por más que usted diga, señor Colomo, su intención no era la de rendir homenaje a nadie; usted quería hacer una película de risa y nada más. Para eso no le ha importado frivolizar cuanto ha podido unos hechos que merecían otro tratamiento más respetuoso. Y no es que el respeto a la historia sea incompatible con la risa; es simplemente que lo que podría haber sido una buena película y un auténtico homenaje se ha convertido en una astracanada con intervención de Jorge Negrete y su Mariachi, con Carmen Sevilla jovencita y con unos cuantos chistes de homosexuales escandalosos; siempre las mismas bromas fáciles.
Triste homenaje es ése para los que conocimos y quisimos a Paco y para cuantos vivimos esa época. Lamentable forma de mostrar la historia a quienes no la conocieron. Lamentable.- . .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.