"Victorinos" para todos los gustos
Victorino Martín ha cerrado su excelente temporada con una corrida sólo regular, aunque en ella hubo victorinos para todos los gustos. Lo que no gustó prácticamente a nadie fue la presencia de alguno de los astados, como el anovillado tercero, que fue protestado de salida. Luego, en cuanto al juego, hubo de todo. Primero: con movilidad, pero algo andarín y revolviéndose en un palmo de terreno; segundo: excelente, encastado y repetidor, el mejor de la tarde; tercero: mansurrón en los primeros tercios, cambió en la muleta, que tomó con nobleza, aunque algo cansinamente; cuarto: repetidor, pero tobillero; quinto: clamorosamente manso en los primeros tercios, se libró de milagro de las banderillas negras, aunque cambió para bueno en la muleta, sobre todo por el pitón derecho; sexto: se quedó muy corto en la muleta, buscando por los dos pitones.Rafael de la Viña toreó esta corrida del día grande de la Feria del Pilar porque lo apodera el empresario. Y los victorinos le vinieron grandes. En el primero tragó, pero sin dominar, y eso, con ese toro, no llevaba a ninguna parte. Al cuarto, que saltó al callejón de salida, lo recibió con tres largas de rodillas y lo muleteó con mucha decisión, pero con bastantes enganchones. Dio muchos pases y alguno hasta de buena factura, pero no se impuso a un animal con el que había que ejercer mayor dominio.
Victorino / Viña, Caballero, Tato
Toros de Victorino Martín, justos de presencia, encastados, 3º mansurrón, 5º manso.Rafael de la Viña: pitos y división de opiniones. Manuel Caballero: ovación; aviso y oreja. El Tato: oreja y ovación. Plaza de Zaragoza, 12 de octubre. 9ª corrida de feria. Cerca del lleno.
Firme y dominador
Con el buen segundo, Manuel Caballero estuvo muy firme y dominador, sobre todo en las primeras series por el pitón derecho. La faena bajó algo de tono cuando se dejó enganchar la muleta, remontando el vuelo con una serie final de excelente trazo. Al quinto, que, después de ostensibles muestras de mansedumbre, parecía imposible, supo muy bien lo que había que hacer y lo hizo: se lo llevó a los medios y lo pasó admirablemente, con lentitud, ligazón y mando, con la derecha, por donde la res acabó entregándose, cosa que no hizo por el pitón izquierdo. A pesar de una estocada delantera y desprendida y dos descabellos, cortó una oreja.El Tato hizo al tercero su mejor faena de esta feria, toreando erguido y relajado en los medios, llevando muy toreado al victorino y mostrándole el camino a seguir. Después de pinchazo y estocada, obtuvo, esta vez merecidamente, el premio de la oreja. El sexto no era fácil, pero aquí pudo verse al Tato esforzado, valeroso e insistente, corriendo el riesgo de dejarse ver demasiado en algún momento, lo que el victorino percibía de inmediato, venciéndose con peligro. Una corta delantera y, aunque hubo petición no mayoritaria de oreja, El Tato fue despedido de su feria con una fuerte ovación.
Babelia
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