Las empresas textiles acusan a Bruselas de poner en peligro 50.000 puestos de trabajo

Los fabricantes europeos de algodón acusan a Bruselas de poner en peligro 50.000 puestos de trabajo con su actitud pasiva frente al comercio ilegal. Los precios de las materias básicas textiles en el mercado de la UE se hunden a causa de la sobreoferta que llega de Asia. Los países del Norte, con Alemania a la cabeza, han conseguido que Bruselas se muestre permisiva ante el dumping [venta por debajo del coste de producción], agravado por la caída del dólar. Sin embargo, mientras los fabricantes lo pasan mal, la confección y sus franquicias consiguen algodón a precio de saldo.

Los efectos de las turbulencias financieras han llegado a los productores textiles de España, Francia e Italia. A la difícil situación de este sector en Europa se añade ahora la caída del dólar, que reduce la competiti-vidad de las exportaciones y hunde los precios de los productos básicos importados, como el algodón crudo y algunos acabados.Los fabricantes textiles denuncian la pasividad mostrada en la última reunión del Consejo de Ministros de Exteriores, del pasado 6 de octubre, que decidió no imponer ninguna penalización aduanera a las prácticas comerciales irregulares efectuadas por los países asiáticos.

La patronal europea del subsector del algodón, Eurocoton, ha manifestado que las importaciones asiáticas a bajo precio además de vulnerar los reglamentos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin que Bruselas se dé por enterada, "pone en peligro 50.000 puestos de trabajo, fundamentalmente en los países del sur de la Unión".

A pesar de que la Comisión demostró que la industria europea productora de tejidos de algodón era viable y competitiva, los Estados miembros han abandonado el sector en manos de una competencia injusta", señala la Asociación Industrial Textil de Proceso Algodonero (Aitpa), una sectorial española vertebrada en Eurocoton.

Riesgo de recesión

En este presumible contexto de recesión, el cierre de capacidades de los productores españoles de algodón de las cuencas textiles de Cataluña y Galicia puede afectar a 10.000 empleos, casi la mitad del conjunto del subsector que emplea a más de 23.000 (ver gráfico), según la opinión de expertos consultores. Estos últimos añaden que el pronóstico es aún más pesimista en el caso de Italia, que muy pronto se verá obligada a cerrar capacidades en algunas factorías del valle del Po, en el norte del país.A partir de la acentuada caída de los precios del algodón a lo largo de 1997 -últimos datos oficiales-, el sector textil europeo consiguió que la Comisión propusiera al Consejo de Ministros de la UE la aplicación de derechos anti-dumping definitivos por un periodo de cinco años para frenar las importaciones de tejidos en crudo procedentes de China, India, Indonesia, Pakistán y Egipto (Turquía quedó excluida). Finalmente, el Consejo de Ministros, rechazó la propuesta por los ocho votos contrarios a la medida -entre ellos Alemania, Holanda y Dinamarca-, con seis votos a favor -España, Italia, Portugal, Francia, Grecia y Austria- y con la abstención de Bélgica.

Algunos medios de Eurocoton responsabilizan al comisario de la Competencia, Karel van Miert, de presionar indirectamente a los Estados miembros para que la UE no tome medidas en contra de las importaciones ilegales procedentes de Asia.

Por su parte, la patronal española, el Consejo Intertextil, suavizó la postura de sus colegas europeos al manifestar que es muy difícil que "Bruselas frene las importaciones ilegales de países como Taiwan o Malaisia, que están atravesando enormes dificultades, porque eso significaría hundirles todavía más en la bancarrota y la pobreza".

La hilatura de algodones es la producción textil más afectada por la competencia internacional, puesto que se trata de una comodity -materia prima- y, por tanto, su precio está estrechamente vinculado al tipo de cambio del dólar, que ha caído en picado.

La industria textil ya no batirá en 1998 el récord exportador previsto, ni podrá alcanzar un aumento del 2,6% de la producción de manufactura, según los datos avanzados a principios de año por el mismo Centro de Información Textil y de la Confección, creado por la patronal y por el Ministerio de Industria y encargado de coordinar las estadísticas del sector.

El año pasado, el textil español experimentó una reactivación notable con un aumento en valor del 3,5% respecto a 1996, y un crecimiento de la ocupación del 2%, lo cual significó la creación de más de 5.000 puestos de trabajo en toda España.

Saldo comercial

La balanza comercial del textil europeo con los países asiáticos arrojaba un déficit de 7.000 millones de euros, a 31 de diciembre de 1997. Esta cifra se ha incrementado notablemente en los dos últimos meses y podría llegar a batir récords si la crisis financiera acaba frenando el crecimiento de la economía de China -todavía crece al 9%-, ya que es el principal exportador textil de Asia y el primer proveedor comunitario de la UE.En el textil español, la presencia de productos asiáticos representa más del 50% de las importaciones provenientes de países terceros. Con sus competidores asiáticos, el sector arroja un saldo comercial negativo que a finales de 1997 superaba los 110.000 millones de pesetas y que ahora se acerca a los 150.000 millones.

La industria algodonera, la de mayor peso dentro del conjunto de la actividad textil española, ha registrado en pocos años un ajuste con el cierre de 70 compañías y redimensionamiento de otras como Star Textil, Dogi, Serra Feliu, SA y Puigneró (Hitasa), entre otras.