La cooperativa de Antequera elabora aceite de alta calidad Criado entre algodones
EMPRESAS» HojiblancaCuenta la leyenda que Neptuno y Minerva se disputaban el señorío de Ática. Júpiter, para resolver la disputa que se le planteaba en el Olimpo, decidió que se lo concedería al que trajera lo más útil para la humanidad. La diosa se presentó con una ramita de olivo. Dijo que se convertiría en un árbol fuerte, cuyos frutos no sólo servirían para comer sino para extraer "un líquido extraordinario para aderezar el alimento de los hombres, aliviar sus heridas, dar fuerza a su organismo y luz a su noche". Ganó Minerva. Desde hace once años, los socios de Hojiblanca intentan elaborar un aceite de oliva virgen propio de dioses. Al menos eso dicen los premios concedidos hasta la fecha: mejor aceite de la provincia, de España y primer puesto en el concurso internacional de calidad del Patrimonio Comunal Olivarero. No es para menos. Esta cooperativa, que agrupa a 10.000 agricultores esparcidos por una veintena de pueblos de la comarca de Antequera (Málaga) y algunos de Córdoba, ha hecho del control de calidad su norte. Se cuida desde el estado nutricional del árbol, pasando por el agua con que se riega hasta el punto justo de maduración. Es un aceite criado entre algodones -para los neófitos vaya este dato: el aceite virgen es puro zumo de aceituna sin mezclas ni aditamentos-. Hasta hace poco más de un año, el mérito se lo llevaban otros porque Hojiblanca vendía a granel a grandes compañías comercializadoras nacionales (60%) o extranjeras (40%). A partir de 1997, la sociedad decidió asumir un reto: poner nombre propio a su aceite. Desde entonces, el 15% de la producción se comercializa bajo la marca Hojiblanca. Una forma de evitar que otros se lleven los laureles y las pesetas que supone el valor añadido del envasado. "Queremos dar vuelta la tortilla y que en vez de comercializar el 85% a granel y el 15% con nuestra marca, invertir los porcentajes", explica Joaquín Jiménez, director técnico de la empresa. Hojiblanca es una cooperativa de segundo grado que agrupa a 24 cooperativas de primer grado. Las 90.000 hectáreas de olivar que cultivan sus asociados producen una media de 40.000 millones de kilos de aceite, casi un 2% de la producción mundial y suponen una facturación anual de más de 10.000 millones de pesetas. La empresa da empleo fijo a una treintena de trabajadores; en campaña la cifra se duplica. Puede que estos números no parezcan demasiado relevantes, pero hay otros que dejan idea del peso que tiene la cooperativa. El 90% de la producción de aceite de oliva virgen de Málaga corresponde a Hojiblanca y en sus depósitos de la planta de envasado de Antequera cabe toda la producción francesa. Desde que la empresa nació hace once años, no ha parado de crecer. Comenzó con 13 cooperativas y poco a poco fue incorporando nuevos socios hasta llegar a las 24 que tiene en la actualidad. Este aumento tiene un claro reflejo en la producción, que desde 1987 se ha cuadruplicado. Jiménez cree que Hojiblanca ha cometido el mismo error que el resto del sector olivarero: preocuparse demasiado por la producción y poco por la comercialización, un descuido que ha permitido a los italianos ganar cuota de mercado. "Nosotros tenemos cantidad y calidad; no debemos desaprovechar esos recursos", aconseja. Según los datos de la Consejería de Agricultura, una cuarta parte de la producción mundial sale de Andalucía. El aceite de Hojiblanca está en mesas de Italia, Portugal, Francia y Japón. Pero pocos conocen la marca porque a esos países las exportaciones se hacen a granel. Desde que la cooperativa comenzó a envasar con nombre propio ha intentado ganar espacios en Estados Unidos, Inglaterra y Japón. Aún es muy pronto para hacer balance, pero a tierras niponas ya ha llegado un millón de litros de aceite antequerano. Jiménez señala que la empresa está a punto de conseguir el certificado de la norma ISO 9.002, algo así como una garantía internacional de calidad. Hojiblanca también se distiguió por su activismo en la defensa del olivar frente a la reforma de Franz Fischler, aunque en esa empresa no tuvieron tanto éxito. Esteban Carnero, responsable de comunicación de la cooperativa, reivindica un mayor reconocimiento del peso del sector en la provincia: "Siempre se habla del turismo, pero aquí (en el aceite) tenemos un tesoro". Minerva ya lo dijo hace miles de años y eso que la diosa no sabía nada de comercialización. LEONOR GARCÍADirección Carretera de Córdoba, s/n. Antequera (Málaga) Empleos 30 fijos y 60 durante la campaña Facturación 10.000 millones Producción Aceite de oliva virgen En los depósitos de su planta de envasado cabe la producción francesa de aceite de oliva virgen
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