El presidente del Constitucional de Colombia alienta el proceso de paz

Vladimiro Naranjo Mesa, presidente del Tribunal Constitucional de Colombia, se pronunció ayer en Madrid en favor del proceso de paz abierto en su país tras la reforma constitucional de 1991 y dio cuenta de los esfuerzos actuales para lograrla. Su anfitrión en España, Luis Martí Mingarro, decano del Colegio de Abogados de Madrid, se mostró partidario de que, en Colombia y en España, "cuando callan las armas, hablen las leyes".

El intento de llegar a un acuerdo con los grupos guerrilleros para iniciar el proceso de paz ha llevado al Gobierno colombiano a solicitar la cooperación de España en la búsqueda de la paz. Naranjo compareció ayer en la sede del Colegio de Abogados de Madrid, que coopera desde hace dos años con el programa Una legislación permanente para la paz, solicitado por la presidenciade la República de Colombia.

El presidente del Tribunal Constitucional colombiano se felicitó ayer de la creación de un foro bilateral, integrado por abogados madrileños y colombianos, para discutir los problemas jurídicos inherentes a los procesos de paz, y que ha permitido "un mayor conocimiento de la realidad colombiana".

El "nefasto narcotráfico"

Naranjo recordó la violencia padecida en su país desde hace mucho tiempo y estimó que uno de los principales obstáculos para alcanzar la paz es "la nefasta influencia del narcotráfico, que ha penetrado hasta las organizaciones guerrilleras".El magistrado Naranjo reconoció que el narcotráfico se ha incrustado también en las estructuras del Estado, lo que ha creado problemas sumamente graves, como la financiación por el narcotráfico, hace cuatro años, de una campaña electoral. Indicó que la mayor penetración ha sido en el poder legislativo, por lo que muchos congresistas se encuentran en la cárcel, varios de ellos ya condenados.

En cambio, criticó la "generalización injusta" que se suele hacer respecto al poder judicial, ya que, aunque hay algunos jueces en la cárcel, se trata de casos aislados y "la justicia en Colombia es digna de admiración", aseguró. Naranjo negó que la Constitución de 1991 sólo contenga declaraciones retóricas en favor de la paz, ya que, por el contrario, establece mecanismos concretos que facultan al presidente de la República para ampliar la participación política de quienes entreguen las armas. No obstante, reconoció que "no se han cumplido los objetivos y los grupos violentos siguen actuando, sin incorporarse a la vida civil".

En la conferencia que pronunció sobre Procesos de paz en la Colombia contemporánea: aspectos jurídicos y constitucionales, Naranjo explicó los nuevos esfuerzos colombianos para conseguir la paz, a través de negociaciones directas de delegados del Gobierno con los grupos guerrilleros. Estimó que la palabra la tienen los grupos subversivos.