_
_
_
_

Un joven muere apuñalado en Chamberí por recriminar a un conductor su velocidad

Jan Martínez Ahrens

Eduardo Abad Felipe, de 21 años, estudiante de cuarto curso de arquitectura, murió a las cinco de la madrugada de ayer en la calle de Génova (Chamberí) de una puñalada en el pecho. El crimen, en el que se confunden los móviles propios de una agresión juvenil y una discusión de tráfico, se desencadenó, según las primeras versiones, cuando Eduardo y sus amigos, que estaban esperando un taxi en la calzada, recriminaron su exceso de velocidad a un coche que había estado a punto de arrollarles. Un ocupante del vehículo bajó y, cuchillo en mano, respondió a la queja asestando una puñalada mortal a Eduardo Abad.La víctima había salido esa noche con tres amigos (otro estudiante de arquitectura, un aspirante a la academia militar y la novia de éste). Tenía ganas de respirar el aire de la calle y divertirse un poco. El curso 97-98 había sido especialmente duro para él. Era su primer año en la universidad pública (los tres anteriores los cursó en el CEU) y los exámenes apenas le habían dejado tiempo libre.

Más información
El filo más peligroso
La violencia urbana se cobra tres vidas en sólo un mes

"Estudiaba de noche, todas las noches, no paraba. Era un chaval tremendamente trabajador", comentaba su compungido padre, un oficial del ejército.

Su ritmo de estudio había alcanzado su cima en el último mes, en el que había permanecido prácticamente encerrado en la casa de sus padres (un chalé adosado en el distrito de Latina) preparando con otro compañero las pruebas de septiembre.

Finalizadas las evaluaciones y justo después de saber que había aprobado la asignatura de física, quiso salir de fiesta con sus amigos. Las zonas elegidas fueron los bares próximos a las plazas de Barceló y Alonso Martínez, dos lugares donde los fines de semana se congregan miles de jóvenes.

La diversión transcurrió tranquilamente hasta que, llegadas las cinco de la madrugada, Eduardo y sus compañeros decidieron regresar a casa. Para ello, se dirigieron a la calle de Génova en busca de un taxi.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

No había amanecido aún, pero la calle registraba todavía un fuerte tránsito.

PASA A LA PÁGINA 3

Operación Luna

El agresor apuñaló en el pecho al joven sin que mediara pelea y luego se dio a la fuga

La Delegación del Gobierno en Madrid anunció ayer la puesta en marcha de la denominada Operación Luna. Este despliegue policial, en el que participan 200 agentes, tiene como fin aumentar en fines de semana y festivos la vigilancia sobre los puntos negros de la violencia juvenil.Para ello, la Jefatura Superior de Policía, con 150 efectivos, y el Ayuntamiento de Madrid, con 50 agentes locales, redoblarán los controles callejeros de armas blancas (la sanción por llevar una navaja puede alcanzar las 200.000 pesetas) y la vigilancia de las zonas consideradas conflictivas; a saber, los intercambiadores de Moncloa, la plaza de Castilla y Cibeles, así como las estaciones de metro más concurridas (por ejemplo, Sol o Bilbao).

La Operación Luna, que destinará el grueso de los efectivos a la banda horaria comprendida entre las cuatro de la madrugada y las ocho de la mañana (periodo en el que se registran la mayor parte de las agresiones), también incluye un incremento en los controles de alcoholemia en las zonas de copas y en los cruces más transitados.

En este sentido, la Delegación del Gobierno efectuó ayer un llamamiento a la reflexión para evitar nuevos incidentes en una "capital donde se vive la noche más que en ninguna otra" y pidió a los jóvenes que dejen de llevar armas blancas. "Su combinación con el alcohol da lugar a consecuencias indeseables, especialmente en las horas más avanzadas, donde la desinhibición causada por el alcohol hace imprevisibles las consecuencias de portar un arma blanca", señaló la delegación gubernamental.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_