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TREGUA DE ETA

El Gobierno francés respalda al español ante la tregua de ETA

Con gran "prudencia", el Gobierno francés anuncia su voluntad de dejar campo libre al español, dos semanas después del anuncio de tregua de ETA en la perspectiva de una solución negociada del conflicto vasco. "La gestión de este asunto concierne ante todo a las autoridades españolas", afirman fuentes próximas al primer ministro, Lionel Jospin: "El Gobierno francés no puede discutir del futuro del País vasco español, y eventualmente de sus vínculos con las provincias vascofrancesas, más que con el español".

"Por primera vez, se trata de una tregua sin límite, lo que es interesante, incluso si no es el primer anuncio de una tregua o si se produce en el contexto de las elecciones autonómicas. Todo lo que sosiegue la situación del País Vasco español, con sus disturbios y sus atentados, no puede más que alegrarnos", indicaron fuentes del palacio de Matignon, la sede del primer ministro, Lionel Jospin.El Gobierno de París, desde luego, ha tomado nota con atención de los pasajes del comunicado difundido por ETA el pasado 16 de septiembre que indican que "el proyecto del País Vasco se opone tanto a España como a Francia". La voluntad de crear "una estructura institucional única y soberana" que englobaría, además de a las españolas, a las tres provincias vascofrancesas -Labourd, Basse-Navare y Soule, hoy incluidas en el departamento de los Pirineos Atlánticos- se dirige también, con toda evidencia, a París.

Las autoridades francesas han visto, sin duda, que entre los 23 firmantes de la Declaración de Lizarra sobre la búsqueda de una solución negociada del conflicto figura el más importante movimiento político vascofrancés, Abertzaleen Batasuna.

Pero plantear la cuestión del "famoso departamento vasco" es todavía "prematuro", se dice en Matignon. "Si la tregua se confirma, si las negociaciones se entablan favorablemente en España, si se dirigen hacia un acuerdo que no podrá ser más que con las diferentes partes de ese país..., lo que da mucho de sí", agregan las mismas fuentes, las autoridades francesas serán conducidas a "reflexionar sobre el futuro del País Vasco francés".

No ocultan, sin embargo, que los debates serán "muy difíciles", especialmente entre los representantes electos de los Pirineos Atlánticos, en cuanto a la eventual división de este departamento en dos, ni que los análisis de los autonomistas vascos están "muy lejos del sistema" francés.

Eso es tanto como decir que París se mostrará atento a los actos que vengan a confirmar la sinceridad del comunicado de ETA, antes y después de las elecciones vascas del 25 de octubre.

Nada indica, por el momento, que la represión de las actividades ilegales de ETA en territorio francés vaya a atenuarse a corto plazo. Ni la policía ni la justicia francesas van a bajar la guardia. Actualmente, 71 militantes o simpatizantes de la organización clandestina -57 españoles y 14 franceses- están encarcelados en diferentes prisiones francesas.

Ningún reagrupamiento de estos presos, reclamado constantemente por los simpatizantes franceses del nacionalismo vasco, se ha anunciado. Los responsables de la lucha antiterrorista interpretan la relativa inactividad de Iparretarrak (IK) en suelo francés como una muestra de la debilidad crónica de este grupúsculo, y no de la tregua, que no ha sido oficialmente asumida por IK. Observan también que la violencia callejera procedente tanto de Jarrai como, a más pequeña escala, de Gazteriak, se produce casi sistemáticamente tras cada operación policial en suelo francés.

Desde el giro de 1987, las autoridades de París no dudan más de las alegaciones de Madrid sobre la utilización de su territorio por parte de ETA. La cooperación entre España y Francia -que tuvo su máxima expresión en la captura de la cúpula etarra en Bidart en 1992- ha permitido dar golpes severos al movimiento armado.

Pero la policía francesa asegura no tener ninguna prueba de que ETA mantenga "su puesto de mando en Francia" como afirmó el pasado 27 de agosto el ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja.

Los procesos judiciales abiertos en Francia contra ETA van a continuar su curso. El pasado jueves, el Tribunal Correccional de París condenó a dos militantes de la organización armada, María Nagore Múgica Álvarez, encarcelada, y Juan Carlos Iglesias Chouza, huido, a seis años de prisión por "participación en una asociación de malhechores con vistas a la preparación de actos de terrorismo". El pasado viernes, día 2, el mismo tribunal juzgó a los ocupantes y los propietarios de un escondrijo de armas y explosivos de ETA descubierto el 14 de septiembre de 1994 en los Pirineos Atlánticos.

Sólo la profundización del proceso de las discusiones en España, y una eventual política de indultos por parte de las autoridades españolas, permitiría revisar esta firmeza judicial.

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