Los cotizantes aumentan mucho más que el empleo

La Seguridad Social contará el próximo año con un presupuesto de 13.633.183 millones de pesetas (incluidas operaciones financieras), lo que supone una participación del 15,5% en el producto interior bruto (PIB) previsto, y un crecimiento respecto a 1998 del 5,7%. Sin las operaciones financieras, que igualan los gatos e ingresos, el déficit previsto es de 80.000 millones. La principal fuente de financiación son las cotizaciones sociales (8,89 billones), y la aportación de trabajadores ocupados y empresas sube un 4% como consecuencia del aumento en un 4,15% del número de cotizantes, del 2,55% en las bases medias del régimen general y del 1,8% en las bases mínimas, a excepción de las de autónomos, régimen agrario y hogar, que crecen el 2,5%.Ese aumento de cotizantes del 4,15% supone en cifras absolutas unos 580.000 millones, cifra discordante y muy superior al incremento del empleo previsto por el Gobierno, cifrado en 368.000, el 2,8%.

Las transferencias corrientes crecen un 8,2%, con un volumen de recursos adicionales de 328.476 millones, de los que 322.204 se destinan al Insalud. Con ello, en 1999 se culmina el proceso de financiación de la asistencia sanitaria exclusivamente con impuestos, como se prevé en el Pacto de Toledo.

A pensiones -la mayor partida del Presupuesto- se destinan 8,81 billones, de los que las contributivas tienen asignados 7,89 billones, un 5,6% más que este año. Esa variación se debe a un incremento de la población pensionista, estimado en el 1,8%, a una subida del 1,9% porque las pensiones que causan alta son superiores a las bajas, y al 1,8% destinado a la revalorización anual de las pensiones en una cifra igual a la inflación prevista, con lo que se garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo.

El presupuesto para prestaciones de incapacidad temporal asciende a 504.602 millones, aunque es un objetivo prioritario la lucha contra el fraude, mediante la que se espera lograr un ahorro de 42.400 millones, que se destinarán a financiar la sanidad. Para pensiones no contributivas se dedican 234.684 millones; a las bajas por maternidad, 94.000 millones, y a las prestaciones familiares, 99.177 millones.