Un bilbaíno inicia un ayuno para protestar por un error médico que sufrió su padre

Miguel López inciará hoy una huelga de hambre indefinida en las puertas del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, en protesta por la "negligencia" con la que fue tratado su padre hace año y medio. El anciano, de 68 años, sufría una grave enfermedad de corazón que le situó al borde de la muerte, sin remedio según el hospital pacense. Su familia le trasladó a una clínica privada de Madrid, donde fue operado con éxito. La operación costó casi 10 millones de pesetas.

Miguel López, bilbaíno de 41 años, casado y con dos hijos, partíó ayer, a las ocho de la tarde y confiando en la "buena voluntad de la gente", espera llegar hoy a Badajoz haciendo autoestop. Una vez allí iniciará una huelga de hambre "indefinida" para "pedir justicia" para su padre. La protesta tendrá lugar en el Hospital Infanta Cristina de esta ciudad extremeña, donde su padre, Domingo López, fué ingresado el 26 de febrero de 1997, aquejado de "endocarditis bacteriana sobre válvula aórtica", una grave enfermedad de corazón que empeoró durante su estancia en el centro hospitalario. Según consta en la reclamación de daños y perjuicios presentada por el paciente contra el Insalud, "la estrategia de los servicios médicos del hospital fue la de esperar a estabilizar la función renal antes de proceder al reemplazo de la válvula aórtica" afectada. Sin embargo, la familia pudo observar como el estado del paciente iba empeorando día a día sin que los servicios médicos adoptarán una decisión. Ante esta situación la familia de Domingo López pidió su traslado urgente a otro hospital, "obteniendo una negativa rotunda y tajante por no haber solución posible, ya que el paciente se moría". Desde ese momento comenzó una carrera "frenética" de la familia por encontrar "una esperanza" que les ofreció una clínica privada de Madrid. El anciano fue trasladado, después de pedir el alta voluntaria en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, y operado, 55 horas después de su ingreso con un resultado positivo, que en la actualidad le permite llevar una vida normal, aunque con fuerte medicación. La operación, que fue "todo un éxito" según la familia, tuvo un alto coste ecónomico, cercano a los 10 millones de pesetas. Varios créditos bancarios, la ayuda de amigos y familiares y la venta del piso en el que vivían el paciente y su mujer, permitieron reunir esa cantidad, que ahora deben devolver. La familia asegura que los médicos de la clínica privada "se ganaron sus honorarios con creces", pero tienen dificultades económicas para pagar los créditos. Medicina privada Domingo López, a través de la Asociación de Víctimas de Errores Médicos, presentó una reclamación de daños y perjuicios contra el Insalud, en la que se asegura que el paciente requería "atención médica, urgente, necesaria y vital" que no fue satisfecha, lo que obligó, ante "el empeoramiento progresivo" a optar por la medicina privada dada "la urgencia vital". Se reclaman por tanto, los pagos realizados al centro privado donde fue operado el anciano, así como "otros cinco millones de pesetas como daños por la asistencia sanitaria prestada de forma deficiente" por el Hospital Infanta Cristina, de Badajoz. La reclamación no ha recibido ninguna respuesta por parte del Insalud, según afirma Miguel López, que se muestra dispuesto a prolongar su huelga de hambre "lo que haga falta". Por su parte el Insalud de Badajoz aseguró que se realizó "un informe " sobre el caso, en el que se señala que "la reclamación de Domingo López debe rehusarse, porque no sólo no existió actuación negligente, sino que se salvó la vida del paciente" ya que "ceder la decisión a la familia hubiera supuesto una inexcusable dejación de la responsabilidad profesional" del equipo médico.