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Reportaje:

Lombrices ecologistas

Una investigación realizada por expertos de la Universidad Complutense de Madrid apuesta por usar anélidos para reciclar la basura

Las lombrices contribuyen al reciclamiento de basuras en las ciudades. Estos gusanos, de la clase de los anélidos, llevan ya miles de años entre nosotros haciendo el trabajo sucio de zamparse los residuos orgánicos que encuentran en el suelo. Son tan voraces que uno solo de ellos se traga al día entre 100 y 200 gramos de desechos naturales, y tan generosos que los expulsan casi en la misma cantidad al poco tiempo transformados en fértil abono.Esta perfecta máquina recicladora no ha pasado inadvertida para científicos como Juan Bautista Jesús, profesor de biología animal de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha desarrollado en los últimos cinco años una investigación sobre las lombrices de la región.

Ha sido un paso modesto comparado con el camino recorrido por otros países como México y Estados Unidos, aunque él cree que necesario: "Una vez que ya sabemos lo que hay habrá que plantearse si le interesa a alguien, pero de momento hemos aumentado el conocimiento científico de ese grupo animal en la Comunidad de Madrid". En el minucioso recuento han aparecido 30 especies diferentes de lombrices de tierra, repartidas por distintas zonas de la región, aunque la Allobophora caliginosa está por todas partes, incluida la capital; de ahí que se haya ganado el derecho a ser citada aquí por su nombre (siempre en mayúscula) y apellido.

"En México no sabían qué hacer con la pulpa del café hasta que probaron con las lombrices, y funcionó de maravilla", señala este investigador.

En Madrid puede hacerse algo parecido si se elige algún desecho orgánico concreto que se quiera emplear como fertilizante tras una merienda de estos bichos, aunque los agricultores habrían de tener paciencia, porque, como recuerda el citado profesor, "este abono sólo da un rendimiento a largo plazo y de forma sostenida, si bien tiene la ventaja de que es más beneficioso que cualquier compuesto químico".

En cambio, emplearlas para que despachen toda la basura orgánica que genera la capital es de momento ciencia-ficción.

Harían falta tres turnos diarios de unos tres millones de lombrices cada uno, contando con que tuvieran mucho apetito, para que reciclaran los 600.000 kilos de restos orgánicos que cada día recogen los camiones de la basura en Madrid, y para ello necesitarían una extensión de terreno inmensa, ya que no se las podría amontonar en capas de más de diez centímetros de grosor, porque no tendrían oxígeno.

Y si lejana resulta la posibilidad de poner en práctica este proyecto a gran escala, tampoco parece muy conocida su existencia. Así, el concejal de Limpieza de Madrid, Luis Molina, responsable del reciclamiento de la basura de la capital, reconoce que no había oído hablar de la utilidad de las lombrices para estos menesteres recicladores. Aunque apostilla: "Pero sí que sé lo que hacíamos en mi pueblo con los desperdicios: se los echábamos a las gallinas".

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