Clinton recibe nuevas críticas de los demócratas por el ataque a Sudán
Bill Clinton cometió un error al ordenar el pasado agosto el bombardeo con misiles de largo alcance de una factoría farmacéutica en Sudán, según la carta que le ha enviado al presidente el congresista demócrata por Massachusetts Barney Frank, uno de sus más fieles aliados en el Capitolio. Frank se suma así a las dudas sobre el acierto en la elección de uno de los dos blancos -el otro fue Afganistán- de las represalias antiterroristas de EEUU de agosto expresadas por varios Gobiernos europeos.
En Estados Unidos, además de Frank, el ex presidente Jimmy Carter, el congresista Jesse Jackson Junior (hijo del reverendo del mismo nombre) y los principales diarios de Washington y Nueva York también han denunciado el error del presidente. Frank, que en agosto expresó su total apoyo a los bombardeos en Afganistán y Sudán, le escribe a Clinton que ahora cree que "fue demasiado lejos" al destruir la factoría Al Shifa. "Un ataque militar contra una instalación en un país extranjero sólo está justificada por la certidumbre o el miedo de un peligro inminente, lo que no parece ser el caso en lo relativo a Sudán", dice el congresista demócrata. "Sólo deseo que EEUU no haya comenzado un largo, sinuoso y traidor camino de escalada de la violencia y el terrorismo", dijo hace unos días al criticar el ataque a Sudán el congresista por Illinois Jesse Jackson.Fuentes de la CIA y otros servicios secretos de EEUU han confirmado a la prensa que Clinton tomó la decisión a partir de informaciones incompletas o falsas. El espionaje de EEUU, que no tiene agentes de esa nacionalidad en Sudán y trabaja a partir de fuentes locales, sólo disponía de una presunta prueba para asegurarle a Clinton que Al Shifa producía armas químicas: una muestra de tierra tomada en el exterior de la factoría y que, según sus análisis, presentaba restos de Empta, un agente químico usado para fabricar el gas letal VX.
Pero expertos independientes en armas químicas citados por The New York Times dicen que una sola muestra no es base suficiente para llegar a esa conclusión. El Empta, informan, es "químicamente similar a varios pesticidas y herbicidas comerciales accesibles a todo el mundo, incluido el llamado Round-Up, que se emplea para eliminar las malas hierbas". Por lo demás, el espionaje de EE UU no tenía pruebas que vincularan Al Shifa con el millonario saudí Osama Bin Laden, confundió a Clinton al decirle que la fábrica era secreta y estaba celosamente vigilada y no está claro que informara al presidente de que producía medicinas y productos agrícolas y veterinarios bajo el patrocinio de la ONU.
El Gobierno norteamericano sigue sosteniendo oficialmente que no cometió un error al atacar Al Shifa. Pero en la sede de la CIA en Langley, el Pentágono y la Casa Blanca crece la impresión de que sí lo cometió. La culpa la tuvieron la pobre información que tiene EEUU sobre Sudán y las prisas por encontrarle a Clinton un objetivo en ese país norteafricano para la represalia espectacular que buscaba por los ataques terroristas contra embajadas de EE UU en África.
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