Aznar mantendrá una reunión con la cúpula de su Gobierno en cuanto llegue hoy a Madrid

El presidente del Gobierno, José María Aznar, finalizó ayer su visita a Perú con la mente puesta en su regreso a Madrid, adelantado en doce horas sobre el calendario inicialmente previsto, para poder estar esta misma tarde en su despacho. En fuentes de Presidencia se daba por seguro que hoy mismo mantendrá una reunión con los dos vicepresidentes, Francisco Álvarez Cascos y Rodrigo Rato, y con el titular de Interior, Jaime Mayor Oreja, para una primera evaluación de la situación creada por el anuncio de la tregua de ETA. Ni La Moncloa ni el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, confirmaron ayer que los dos dirigentes vayan a reunirse mañana, si bien el encuentro se considera inminente.

Álvarez Cascos mantuvo ayer una conversación telefónica con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en la que hicieron un primer balance de la situación creada tras el anuncio de alto el fuego de ETA. El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy -que fue ayer portavoz circunstancial del Gobierno tras el Consejo de Ministros por encontrarse Josep Piqué acompañando a Aznar en Perú- aseguró a los periodistas que ni siquiera conocía el rumor de un posible encuentro entre Aznar y Almunia el domingo, pero informó de que "los contactos con el PSOE se están produciendo con mucha regularidad por parte del ministro del Interior".En cuanto a otras posibles citas del presidente con dirigentes de otros partidos, se limitó a decir que Aznar las comenzará "a partir de los próximos días".

Rajoy quiso transmitir a los informadores, respondiendo a una pregunta, que la preeminencia dada al PSOE no tiene especial significación política, aunque destacó que se trata del primer partido de la oposición, pero insistiendo en que todos serán recibidos y que, de hecho, Mayor ya ha conversado con el presidente catalán, Jordi Pujol.

"Con HB, ya veremos"

Sobre una posible extensión del diálogo directo hasta Herri Batasuna, Rajoy fue cauto y señaló que "en principio no hay más intención que hablar dentro de los marcos de Ajuria Enea y del Pacto de Madrid", en los que no está la coalición independentista. "A partir de ahí ya veremos qué decisiones se adoptan y qué es lo que hacen los demás".En ese punto aprovechó para lanzar una primera señal de prudencia desde el Ejecutivo, ya que pese a lo que puedan hacer los demás, el ministro se apresuró a advertir que "es evidente que el Gobierno quiere que se produzcan esas conversaciones dentro de los marcos que se han dado el conjunto de los españoles, con la convicción de que no se pueden conseguir objetivos políticos por encima de la Constitución, o por encima de la mayoría, como consecuencia de que se adopten unas u otras decisiones". Rajoy dejó claro en varios momentos que las elecciones vascas son un elemento decisivo en el proceso y que, por tanto, muchas decisiones importantes empezarán a tomarse tras ellas.

Para reforzar la impresión de cautela volvió a subrayar las precauciones temporales sobre las conversaciones políticas: "Ésa es la única decisión del Gobierno porque hay que ir con prudencia, hay que dar los pasos en la buena dirección".

Para que no quedaran dudas sobre la trascendencia del resultado electoral vasco, Rajoy concluyó: "Vamos a darnos un tiempo y vamos a ver qué es lo que sucede, sobre todo a partir de las elecciones vascas del 25 de octubre".