Sobre "Los años bárbaros"

Tras ver la película de Fernando Colomo Los años bárbaros, quiero, en mi nombre y en el de los familiares de Francisco Benet, dejar constancia de la intervención que Paco tuvo en los hechos que, sin ningún rigor histórico y con un sentido del humor muy discutible, se narran en la película.Mi hermano, Paco Benet, junto con Norman Mailer, planeó la fuga pensada en principo para sacar de España al pintor Juan Manuel Díaz Caneja y a Manuel Amit, que fallecería en la cárcel. Paco y Norman Mailer hicieron un viaje preparatorio en marzo de 1948; Amit no aceptó el plan de fuga que le propusieron por descabellado y por la juventud de Paco. El pintor Caneja había sido trasladado a Ocaña, lo que imposibilitaba su fuga, pero dio los nombres de Nicolás Sánchez Albornoz y de Manuel Lamana, ambos presos en Cuelgamuros, desde donde era más fácil escaparse.

Norman Mailer prestó su coche, que Paco había utilizado en otras ocasiones para pasar propaganda escondida en la rueda de repuesto, y en julio viajaron desde París Barbara Mailer, Barbara Probst y Paco Benet. Ya en España, fue mi hermano quien se encargó de localizar a los fugados y de llevarlos hasta el coche en el que esperaban las dos Barbaras. A partir de ese momento, Sánchez Albornoz, Manuel Lamana, Paco y las dos chicas continuaron juntos el viaje hasta Barcelona, donde se separaron.

En ese momento, la policía ya conocía la participación de Paco en la fuga y le estaba buscando. Mi hermano se escondió en un hotel de Barcelona ayudado por Nuria Jordana, la primera mujer de nuestro otro hermano, Juan, pero hubo un asesinato en el hotel y tuvieron que escapar por una ventana, ante la presencia de la policía.

Mi madre localizó a Paco y lo escondió en casa de alguno de sus amigos, hasta que un mes después arregló que lo pasaran a Francia en un barco de pescadores vascos que fue ametrallado.

Paco no pudo volver a España en 10 años, cuando, después de mucho trabajo y gracias a su valía, consiguió ser nombrado alto cargo en la Unesco como delegado europeo en el Oriente Medio y obtuvo un pasaporte diplomático.

Nadie discute la libertad creativa del señor Colomo, pero no podemos aprobar ni consentir el silencio y la sombra con los que se han cubierto a Paco. La participación de Francisco Benet en la fuga de Nicolás Sánchez Albornoz y de Manuel Lamana fue tan importante que sin ella el señor Colomo no tendría esta película en cartel y no habría podido ir más allá de hacer una y otra vez la misma comedia madrileña de siempre. Ignoramos las razones que han llevado a los responsables de Los años bárbaros a ocultar la intervención e incluso la simple existencia de Benet; tal omisión resulta inexcusable, toda vez que el propio Nicolás Sánchez Albornoz ha sido asesor del equipo de guionistas. Aunque tal vez al señor Sánchez Albornoz se le hayan olvidado algunos detalles de su fuga, como, por ejemplo, gracias a quién fue posible.

No merece mucho elogio la labor de documentación llevada a cabo por el señor Colomo, quien, con el propósito de "ser fiel al espíritu y no a los hechos", no ha querido ni siquiera mantener al menos una charla con los hijos de Paco -ambos viven en España desde hace años-, o de echar un vistazo al libro de Barbara Probst Solomon en que se cuenta la fuga y en el que Benet aparece constantemente, resultando un personaje fundamental. Sólo la mayor de las incompetencias o la más inexplicable ingratitud han podido dar lugar a este intento de eliminar hasta el recuerdo de Benet; sin embargo, la figura de Paco era de tal talla que quien trata de ofenderle no le perjudica a él, sino que se denigra a sí mismo. Valgan estas líneas como un intento de hacer justicia a su memoria.-