Fujimori

Soy ciudadano peruano, escribo con respecto al artículo aparecido el día 31 de agosto en la página 8 de Opinión, titulado De Menem a Fujimori, para respetuosamente expresar mis opiniones como persona que ha visto su vida profundamente afectada por los abusos a los derechos humanos del Gobierno de Fujimori.El 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y Nicolás Hermosa (general retirado) violaron la Constitución peruana, después de 12 años de vida democrática, estableciendo en Perú desde esa fecha un Gobierno autoritario, seudodemocrático, con marcadas muestras de dictadura.

En seis años de autoritarismo fujimorista, la nación peruana está siendo constantemente condenada por la violación de los derechos humanos por organismos como Amnesty International, American Wacht, el Parlamento Europeo y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos por la práctica de torturas, asesinatos y desaparición forzada, la falta de garantías individuales, los ataques a la libertad de expresión; las constantes interferencias a los organismos independientes que tiene el Estado: Tribunal Constitucional de Garantías, Poder Judicial, Consejo Nacional de la Magistratura, Jurado Nacional de Elecciones; el acoso a la oposición en el ámbito nacional mediante la amenaza de muerte, persecución con falsas acusaciones, y a escala internacional.

Es cierto que Fujimori quiere ser presidente por tercera vez consecutiva; para conseguir su objetivo no ha vacilado en atropellar y pisotear todos los organismos independientes del Estado que están en contra de su reelección, incluso ha renegado de las reglas de su propia Constitución, aprobada en 1993. El Congreso, mayoritariamente a su favor, ha dado una interpretación por lo demás sabia del artículo sobre la reelección presidencial, ese mismo Congreso que aprobó una ley de amnistía a militares y policías violadores de derechos humanos.

Siento dolor al pensar que un hombre que ha causado muerte, tortura y profunda congoja a muchos miles de peruanos sea visitado por José María Aznar, político que defiende la democracia, la justicia y la verdad y que ayude a Fujimori a disfrazar su muy merecida opaca reputación, en el momento en que su reelección le daría el poder de continuar violando los derechos humanos. La sola presencia como presidente del Gobierno español va a prestar fuerza y credibilidad a la campaña reeleccionista de Fujimori.

Mi forzada salida de Perú me ha dejado sin voz pública en mi país, por eso mediante esta carta

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preguntaría con todo respeto a José María Aznar si es consciente de las noticias sobre violaciones a los derechos humanos del Gobierno de Fujimori.-