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35 horas, cuchillo de palo

Junta, empresarios y los sindicatos UGT y CC OO firmaron el 13 de abril de 1997 un pacto por el empleo en cuyo texto se recogía por primera vez el incentivar la reducción de la jornada laboral a través de la negociación colectiva. Pero 17 meses después, ninguna de las partes implicadas ha dado ejemplo, no como los sindicatos excluidos de la concertación social: CSIF, CGT y USO, al igual que la Federación de Empresas Cooperativistas de Trabajo Asociado (FAECTA), han aplicado a sus empleados la reducción de la jornada a las 35 horas semanales. El Gobierno andaluz ha sido el primero de los firmantes en avanzar hacia la reducción de la jornada para crear nuevos puestos de trabajo. Pretende implantar las 35 horas a su personal laboral, además de una serie de incentivos para que el sector privado se acoja a dicha iniciativa. Los sindicatos mayoritarios, por su parte, han hecho de las 35 horas su caballo de batalla, pero sus empleados no han visto en sus carnes la aplicación de una medida que sus jefes exigen a la patronal y a las administraciones. Los empleados de UGT tienen 37,5 horas a la semana (1.640 al año), aunque ya están negociando el convenio colectivo, en el que se bajaría a 35. Al menos así lo espera Antonio Montero, representante de los trabajadores de UGT, ya que de lo contrario "sería aquello de en casa del herrero cuchillo de palo". En CC OO Andalucía, el convenio de sus casi 400 trabajadores, firmado en mayo, contempla un total de 1.650 horas anuales, 10 horas más que en UGT. Comisiones se niega a admitir que no se esté cumpliendo el recorte de la jornada a su personal. Las cuentas de CC OO no encajan. El jefe de personal, Francisco Carbonero cifra en 32 horas la media semanal mientras que Ana Estudillo, representante de los trabajadores, eleva la media en 34,4 horas. Carbonero explica que el personal de CC OO gozaba de un descanso diario de 20 minutos, al igual que jornada continua en periodo veraniego y descansos en navidad y Semana Santa. Por su parte, los trabajadores de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) trabajan 40 horas semanales. Los máximos dirigentes patronales no disimulan su rechazo a una reducción de jornada, al considerar que la medida, sin una correspondiente rebaja salarial, no crea nuevos empleos y pone en peligro la competitividad de las empresas. La otra cara La otra cara de la moneda son los sindicatos que nunca han sido llamados a la concertación social. USO, CSIF y CGT aseguran haber puesto en practica las 35 horas semanales. También han sido pioneros los 30 empleados de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativistas de Trabajo Asociado (FAECTA), que aceptaron el año pasado reducir su tiempo de trabajo y su salario para crear 10 nuevos empleos. A esta iniciativa se han sumado corporaciones locales de municipios como el de Humilladero (Málaga), donde la llegada del recorte de jornada ha traído consigo la contratación de un nuevo policía local, al que le llaman "el policía de las 35". Otros ayuntamientos, como el de Jerez de la Frontera, llevan aplicando la medida desde hace varios años.

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