_
_
_
_
TURBULENCIAS EN LOS MERCADOS

La crisis frena el ritmo de crecimiento de las economías de Francia, Alemania e Italia

Las crisis está comenzando a tener efectos en las economías más industrializadas de Occidente. El Gobierno francés aprobó ayer su Presupuesto para 1999 en el que prevé un crecimiento del 2,7% de la economía, que reduce en una décima lo previsto inicialmente por causa de las crisis asiática y rusa.A su vez, Italia, según declaraciones de su primer ministro, Romano Prodi, prevé que el crecimiento para este año será del 2%, frente al 2,5% calculado inicialmente. Por su parte, la patronal italiana, Cofindustria, también rebajó la previsión de crecimiento para la economía italiana del 2,3% al 2,1% para 1998, y del 2,7% al 2,5% para 1999.

En el caso francés, este año espera no sufrir fuertemente el impacto y crecer el 3,1%, una décima más que lo previsto inicialmente. Y mientras en Alemania se han reflejado los efectos de la crisis asiática en el segundo trimestre, en España, el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, mantiene las previsiones de crecimiento del 3,7% y 3,9% para 1998 y 1999.

Más información
El Gobierno de Jospin rebaja las retenciones obligatorias

"El año que viene el crecimiento internacional no será motor del crecimiento francés", explicó Christian Sautter, ministro del Presupuesto, haciendo referencia a los efectos de la crisis, "pero la demanda interior será lo bastante sólida como para favorecer la expansión y la creación de empleo". Dentro de las grandes orientaciones del Presupuesto de 1999 destaca que, por primera vez desde 1991, se equilibran los gastos y los ingresos del Estado, si se exceptúa el pago de la deuda. Los gastos del Estado crecerán un 1%.

Un contrapeso

Aunque el déficit público se reducirá de manera sensible (del 2,9% en 1998 al 2,3% en 1999), según la patronal francesa "seguirá siendo el más elevado de todos los países de Europa". El peso de la deuda respecto al PIB seguirá creciendo: 58,7% frente al 58,2%. La inflación prevista anual es del 1,3%. Para el primer ministro, Lionel Jospin, el Presupuesto respeta su voluntad de "proponer un contrapeso frente a un capitalismo que tiene en el propio capitalismo su principal enemigo". Y de ahí que reclame "para una economía mundial, una regulación mundial" y quiera que "las competencias del FMI alcancen al movimiento de capitales".El Presupuesto francés puede resumirse en un aumento de 37.000 millones del gasto público que se financia gracias al crecimiento y a los consiguientes mayores ingresos fiscales. Para el liberal Alain Madelin "el Gobierno gasta por anticipado y cuando los frutos del crecimiento sean menores, los gastos seguirán ahí". El neo-gaullista Nicolas Sarkozy cree que el proyecto de ley de finanzas que deberá votar la Asamblea Nacional el próximo octubre es "típicamente socialista, con gastos que aumentan más deprisa que la inflación e impuestos que no bajan".

Tampoco el presidente de la República cree en la bondad del presupuesto. Para Jacques Chirac, que presidió el Consejo de Ministros que aprobó el Presupuesto, "debiéramos hacer un mejor uso de nuestro margen de maniobra", lo que equivale a sugerir que "hay que reducir los impuestos que gravan sobre los franceses y las empresas" y también habría que "reducir los gastos".

El crecimiento de la economía alemana, por su parte, perdió intensidad y prácticamente se estancó entre abril y junio, según los datos dados a conocer ayer por la Oficina Federal de Estadística, que indican un crecimiento del 0,1% del Producto Interior Bruto (PIB) sobre el primer trimestre, en que había crecido el 1,4% sobre los últimos tres meses de 1997. Durante los primeros tres meses de 1998, el PIB creció un 4,3%, pero este crecimiento fue de un 1,7% durante el segundo trimestre, ambas cifras en relación a los correspondientes periodos de 1997.

El crecimiento del PIB durante la primera mitad del año fue de un 2,9% en relación al mismo periodo de 1997, lo previsto para el año. El ministro Federal de Economía, el liberal Günter Rexrodt, no ha modificado sus previsiones, pero los analistas se muestran más reservados y dan estimaciones algo menores, basadas en una contracción de la demanda internacional por la crisis rusa, además de la asiática, en la segunda mitad. Hasta el 27 de septiembre próximo, fecha de las elecciones legislativas, los comentarios de los políticos alemanes sobre la evolución de la economía y el paro tienen una validez relativa. La Unión Demócrata-Cristiana, eje del gobierno de coalición con los liberales y los socialcristianos de Baviera, ha dado a los electores diferentes razones para justificar su liderazgo, entre ellas: "Una economía fuerte y dinámica, que crea puestos de trabajo y cumple una función estabilizadora para la economía mundial".

La principal causa de este frenazo del crecimiento alemán hay que buscarla en la desaceleración de las exportaciones, motor del crecimiento de 1997 que se han visto fuertemente afectadas por la crisis asiática. Durante los primeros seis meses del año, la exportación creció un 8,5%, en relación al mismo periodo del año anterior. Las importaciones han aumentado con más fuerza, de tal modo que la "contribución exterior" al aumento del PIB ha disminuido por primera vez en dos años. El consumo privado y el gasto público fueron modestos, ya que el primero creció un 1,1% y el segundo un 0,3% durante el primer semestre.

El portavoz económico de la CDU, el ministro de Transportes Matthias Wissmann, considera que el crecimiento económico tiene una base sólida, el portavoz económico del SPD, Ernst Schwanhold, cree que la recuperación económica en Alemania no está consolidada

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_