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GENÉTICA: RECEPTORES NEURONALES

Una mutación cambia por completo el comportamiento del gusano

Un pequeño cambio en un solo gen del gusano Caenorhabditis elegans provoca que este animal deje de ser un solitario buscador de alimento y se convierta en un comensal gregario que sólo come en grupo, y que además busca su comida con mayor rapidez y fruición, según publican Mario de Bono y Cornelia Barghmann, de la Universidad de California en San Francisco (EE UU), en el último número de la revista Cell. Se trata del caso más espectacular descubierto hasta el momento de un control genético del comportamiento en el mundo animal.Pese a que la lista de habilidades de este minúsculo animal es sumamente simple -consiste en poco más que comer, defecar y copular-, el descubrimiento ha sido recibido como "el fascinante comienzo de un nuevo campo científico, la biología molecular del comportamiento social", según ha señalado Eric Kandel, un prestigioso neurobiólogo de la Universidad de Columbia, de Nueva York.

El gen en cuestión produce un receptor insertado en la membrana de las neuronas del gusano. La parte externa de esta proteína recibe señales de unas hormonas del sistema nervioso conocidas como neuropéptidos. Y la parte interna transmite esa señal hacia el núcleo de la neurona. Es en esta parte interna donde ocurre la mutación que altera tan drásticamente el comportamiento.

También en humanos

Curiosamente, el gen existe también en otros animales, seres humanos incluidos. Su función en nuestra especie no se conoce bien, pero es sabido que algunos neuropéptidos humanos están implicados en el control del apetito y la alimentación, además de afectar el estado de ánimo, la ansiedad y la memoria.Según Barghmann, los neuropéptidos generan efectos a largo plazo en el cerebro y pueden formar parte de un sistema que causa variaciones naturales en el comportamiento animal. De hecho, las dos variantes genéticas estudiadas en el gusano se dan en la naturaleza, en distintas cepas silvestres de esa especie.

El neurobiólogo de Drosophila Ralph Greenspan, del Instituto de Neurociencias de San Diego, se muestra más escéptico y puntualiza que es difícil saber si la tendencia a agregarse de los gusanos representa un verdadero comportamiento social. "Muchos genes funcionan igual en diferentes animales al nivel de la célula, pero es dudoso cuánto de ese parecido puede extenderse a niveles superiores, tales como el comportamiento", matiza Greenspan.

Kandel, sin embargo, defiende la trascendencia del hallazgo y afirma: "La gente puede decir "es absurdo, esto no tiene nada que ver con el comportamiento social", pero yo creo que aprenderemos mucho de ese gen".

The New York Times

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