Una madre denuncia por primera vez ante la ONU la sustracción de sus hijos por su marido

Gabriela Arias Uriburu, argentina de 33 años, se ha convertido en la primera madre que ha presentado una denuncia formal ante las Naciones Unidas contra su marido por sustracción de los hijos en común. El 10 de diciembre pasado, cuando el matrimonio, residente en Guatemala, se hallaba en pleno proceso de separación por desavenencias, Imad Mahmud Shaban, de 42 años y esposo de Gabriela, abandonó el domicilio conyugal, sustrajo a los tres hijos -Karim (6 años), Zahira (4 años) y Sharif (2 años)- y se los llevó ilegalmente a su país de origen, Jordania.

Una decisión de la Justicia guatemalteca había otorgado la custodia de los pequeños a la madre, que desde entonces no sabe nada de ellos.La denuncia de Gabriela Arias ante la ONU está en vías de transformarse en pionera de los numerosos casos similares que afectan a madres de todo el mundo, al abrirse la puerta a una acción de defensa frente a la sustracción de los hijos por una de las partes, según indican fuentes de la organización internacional.

La Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Mary Robinson, ha tomado el caso y por lo pronto ha solicitado los buenos oficios de la Liga Árabe y del Gobierno de Jordania para resolver el caso.

Gabriela Arias realizó las primeras gestiones ante Naciones Unidas a finales de marzo pasado, cuando viajó a Nueva York y se entrevistó con miembros de las misiones permanentes de Argentina y Jordania y con representantes de la oficina del secretario general, la Alta Comisionada para Derechos Humanos, Cruz Roja Internacional, Unicef, Comisión de los Derechos del Niño, y de la Casa Blanca.

Cartas a Hussein

Destacadas personalidades se han interesado por el caso, desde el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, hasta el presidente argentino, Carlos Menem. Este último ha enviado dos cartas al rey Hussein de Jordania, que no han tenido respuesta, en las que propuso enviar a un emisario personal a Ammán (el ex embajador ante la ONU Emilio Cárdenas) para tratar de llegar a un acuerdo entre las partes. Las gestiones del Gobierno argentino no han pasado desapercibidas para los congresistas estadounidenses con los que se entrevistó Gabriela Arias. Josef Rees, director del subcomité de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, subrayó la importancia de que los gobiernos se impliquen en estas cuestiones y recordó que en Estados Unidos "hay unos 10.000 casos" como los de Gabriela Arias, y que la Administración jamásse ha pronunciado públicamente.El pasado 12 de agosto, la madre de los tres niños secuestrados acudió a la sede de Naciones Unidas en Ginebra para presentar el caso ante la subcomisión de discriminación a las partes y respeto a las minorías.

En su intervención declaró: "Muchas personas me han sugerido que optara por una nueva sustracción de los niños, afirmando que la mayoría de estos casos se resuelven por esta vía de hecho. Yo no voy a hacerlo".

"No sin mi hija"

Pero Gabriela Arias no piensa claudicar. Asegura que buena parte de su fuerza interior se la transmitió el caso de Bethy Mahmoody, autora del libro No sin mi hija (posteriomente llevado al cine), en el que narra el calvario que le supuso abandonar a su marido en Irán -convertido en un integrista islámico- y su salida clandestina del país junto a su hija. "Hoy Bethy vive en Estados Unidos, cambia constantemente de residencia y de identidad por temor a que secuestren a su hija", dice Gabriela. "La admiro, pero yo no quiero vivir así"."No es el primer caso de un padre que escapa con los hijos", señala el embajador jordano en Chile, con competencias para Argentina, Atef Halasa, para quien "se ha escuchado mucho a una parte y poco a la otra". Halasa ha confirmado que, en asuntos privados como separación, custodia o herencia, el Código Civil de Jordania "es la réplica exacta de la sharia [ley islámica], que, en caso de divorcio, otorga a la madre la custodia de los hijos hasta los nueve años".

Imad Shaban estaría, pues, violando dicha ley. Hay algunos requisitos, precisa el embajador, como que la madre esté en condiciones física y mentales de asumir la custodia. El marido de Gabriela Arias la ha acusado, sin prueba alguna, de desequilibrada y de pertenecer a una secta satánica.