Jóvenes marroquíes aprovechan su visita a la Expo de Lisboa para emigrar
Los candidatos a la emigración clandestina entre los jóvenes marroquíes han encontrado nuevas vías para entrar en Europa. Después de utilizar las pateras a través del Estrecho -que han dejado más de mil muertos en los últimos años-, las bodegas de carga de barcos procedentes de Casablanca y Tánger, los remolques de los camiones TIR y otras vías legales como los matrimonios blancos, los viajes por motivos de salud o deportivos, ha saltado ahora el escándalo de los viajes oficiales organizados.De los 400 jóvenes pertenecientes a las organizaciones juveniles de los partidos de la izquierda marroquí -incluida la Unión Socialista, partido en el Gobierno, y que formaban parte de la delegación oficial de la juventud que participó en la Exposición Universal de Lisboa-, 360 "desaparecieron" sin dejar rastro a su llegada a la capital lisboeta, reveló ayer el semanario Maroc Hebdo. Estos militantes aprovecharon los aviones de la Royal Air Maroc, en lugar de las arriesgadas embarcaciones, para saltar al otro lado del Estrecho, donde esperan una vida mejor.
El Gobierno marroquí, altamente preocupado por la envergadura que está tomando la emigración ilegal, ha decidido tomar cartas en el asunto. El primer ministro, Abderramán Yussufi, reunió el jueves una comisión interministerial de 15 ministros para hacer frente al grave problema. Aunque no han trascendido las medidas propuestas por el jefe del Gobierno, la prensa marroquí se queja del "papel de gendarme de África" que, en su opinión, le piden a Marruecos los países europeos afectados por la ola de indocumentados.
Ni los acuerdos firmados por Marruecos con Italia y España, que prevén la repatriación de los ilegales, ni los centenares de ahogados en el Estrecho disuaden a la juventud, de la que un 70% quiere emigrar, según una reciente encuesta publicada en Rabat.
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