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Reportaje:

Una invasión persistente

Los científicos son incapaces de erradicar el 'alga asesina' de Mallorca, que ya ocupa 10 kilómetros cuadrados

La llamada alga tóxica o alga asesina ha demostrado en el litoral de Mallorca sus dotes invasoras y ha cultivado su mala fama ecológica en Europa. La Caulerpa Taxifolia es un exotismo vegetal introducido en el Mediterráneo, una especie que enraiza y se expande velozmente a costa de la vegetación y fauna marina autóctona, pese a estar alejada de su hábitat natural en aguas tropicales. En Mallorca han fracasado durante siete años los esfuerzos para erradicar las dos colonias independientes de esta alga extraña que se implantaron accidentalmente en Cala D"Or y Portopetro.A lo largo del litoral sur de Francia la invasión es muy notable y la penetración llega a Italia y Croacia. Ahora las campañas de control en Baleares -descartada la posibilidad de eliminación total- se prolongarán de manera ininterrumpida durante siete meses, de junio a diciembre, y se insistirá en los recorridos submarinos de vigilancia en los puntos de la costa de gran afluencia de barcos para evitar la creación de nuevas poblaciones indeseadas.

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Cautela

La inicial colonización de caulerpa de Cala D'Or -una zona con muy alta densidad de embarcaciones deportivas- se supone que se generó al llegar una raíz del alga en el ancla de un barco, procedente del sur de Francia. Pese a ser arrancados periódicamente los brotes, aquel fragmento arribado a Mallorca se ha extendido hasta una superficie de 10.000 metros cuadrados, en matas y zonas dispersas formando una considerable pradera. La zona de intervención y exterminio alcanza una superficie de fondo marino de más de 250.000 metros cuadrados. En el área se prohíbe el anclaje de yates.

Las reiteradas campañas primaverales de extracción de tallos y brotes enraizados han fracasado porque no se logran extraer todas las raíces y los técnicos coinciden en asegurar que muy difícilmente se podrá eliminar la invasión, en todo caso se podrá controlar el crecimiento de esta población y evitar que se disperse en calas cercanas.

En el litoral español sólo se han identificado estas dos manchas de caulerpa de Mallorca desde su detección como "accidente ecológico" en las costas de Mónaco en 1984. La especie tropical se implantó sobre el lecho marino mediterráneo tras colarse un fragmento enraizado del alga a través de los desagües del famoso Museo Oceanográfico que controlaba Jacques Costeau en el pequeño principado.

Desde 1992 equipos de submarinistas contratados por el Gobierno balear en colaboración con la Guardia Civil rastrean los fondos marinos próximos a zonas de fondeo. El programa de la Unión Europea Life patrocina los trabajos de extracción. La manguera succionadora controlada manualmente es el método de arranque usado. Existen hipótesis de eliminación que abarcan desde el uso de elementos químicos hasta el ataque mediante depredadores naturales.

Una fronda suelta de la caulerpa caída sobre el lecho marino litoral genera un ataque inmediato al patrimonio biológico. Crece y progresa este alga con una velocidad imparable sobre los fondos tradicionales, en competencia evidente con otros vegetales evitando ser comida.

Las especies autóctonas móviles emigran del entorno y las plantas posidonias habituales mueren asfixiadas por la ventajosa competidora, con lo que se fracturan los hábitats tradicionales de numerosas especies mediterráneas. Los peces herbívoros y los moluscos emigran del lugar porque el alga se defiende acumulando tóxicos y las especies mayores depredadoras de los primeros evitan la zona.

"El crecimiento de la caulerpa es impresionante" y "su extensión muy rápida", reconocen los expertos tras haber visto que no han sido efectivas las sucesivas operaciones anunciadas para "la erradicación y destrucción sistemática", desarrolladas en Mallorca. La colonia inicial del vertido del acuario de Mónaco se ha extendido hasta 30 kilómetros de la Costa Brava, junto a la frontera española, y alcanza el límite del litoral italiano.

En la comunidad científica internacional se observa de manera casi unánime el notable perjuicio que ha desencadado este accidente medioambiental y no se da un criterio cerrado sobre qué ocurrirá si la expansión prosigue. Tampoco hay una certeza absoluta sobre el origen de todas las zonas de vegetación detectada.Hay quien supone que pudo entrar por el canal de Suez. La caulerpa podía comprarse en 1992 en las tiendas de peces de acuario. Es muy vistosa, de un verde intenso, con una constitución parecida al plumaje de los pájaros.

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