Comienza en París el juicio a una red de apoyo al GIA argelino

Ayer se abrió, en el antiguo gimnasio de la policía de la prisión de Fleury-Mérogis, en las afueras de París, el mayor proceso realizado en Francia contra el islamismo: 138 personas aparecen como acusadas, 27 de ellas ya encarceladas y otras cuatro en rebeldía, pero bajo orden de busca y captura. Otro de los encausados se suicidó en la cárcel. Se trata de juzgar a los supuestos creadores de una red de apoyo en Francia del integrismo islámico terrorista y a sus colaboradores. La jornada inicial de la vista quedó suspendida después de que los abogados de la defensa abandonaran la sala acompañados de 82 acusados en libertad provisional.La instrucción, dirigida en un primer momento por Jean Louis Bruguière, y luego por otro juez, ha supuesto el interrogatorio de más de 200 sospechosos y el frecuente recurso a la detención preventiva, tan a menudo que los defensores han tachado de racista a Bruguière. Treinta y tres de los detenidos fueron puestos en libertad por falta de pruebas.

Según la acusación, las personas que acuden a juicio participaban en alguna de tres organizaciones islamistas: la de Mahamed Chalabi, la de Mourad Tacine y la de Mohamed Kerrouche.

La de Chalabi tenía como tapadera una escuela coránica, pero en realidad se dedicaba a servir de punto de centralización y envío de armas y explosivos destinados al Grupo Islámico Armado (GIA) en Argelia. La organización de Tacine pasa por haberse especializado en la elaboración de documentación falsos y en proporcionar alojamiento a los militantes del GIA en Francia. La de Kerrouche era considerada como la red que garantizaba la compra y transporte de material hacia Argelia, así como la que mejor sabía captar dinero para la causa. Kerrouche, que se niega a salir de su celda, es uno de los grandes ausentes del juicio.

El presidente del tribunal, Bruno Steinmann, ha previsto que el juicio dure dos meses, algo que critican los 128 abogados de la defensa. "Es imposible juzgar a 138 personas al mismo tiempo", dijo uno de ellos antes de abandonar la sala.