Brian de Palma presenta en Montreal su último trabajo
Hace más de 20 años que el director Brian de Palma visita Montreal exclusivamente como espectador. Esta vez, y rompiendo la norma, ha hablado sobre su última película, Snake Eyex, ya estrenada en Estados Unidos y que llegará a España en noviembre. "Me encanta esta ciudad", explica un relajado y sonriente De Palma. "Fue aquí donde conocí a Angie Dickinson, la protagonista de Vestida para matar. La lluvia de películas que puedo tomar durante mis vacaciones en Canadá es algo que nunca podría hacer en mi país".En Snake Eyex, Nicholas Cage es Rick Santoro, un detective tirando a corrupto pero de buen corazón, que vuelve a encontrarse con su mejor amigo, Kevin Dune (Gary Sinise), un miembro del departamento de Defensa. Juntos asisten a un combate de boxeo en Atlantic City en el que el secretario de Defensa será asesinado ante 14.000 espectadores, que se convierten en sospechosos. En este punto arranca un thriller trepidante, con un guión tejido a mano y lleno de una información que el telespectador recibe en forma de magistrales e innovadores planos. De Palma explica el plano secuencia que presenta a Rick Santoro: "Tenía que enseñar a la gente muchas cosas a la vez, así que opté por seguir a Nicholas con un steady cam mientras pasea a sus anchas por el casino, el hotel, el ring de boxeo, hablando con todo el mundo". El espacio por el que se desplaza Cage es inmenso, pero es lo que más atrae a De Palma. "Me ayudo con el ordenador para reproducir dónde voy a rodar y ver el ángulo en el que poner la cámara o cómo mover a los personajes".
Calificación
Desde que De Palma filmó con la Paramount la taquillera Misión imposible, se ha visto obligado a hacer películas calificadas, como mucho, para mayores de 13 años. En esta ocasión varios planos del combate de boxeo y el "lenguaje malsonante" han desaparecido para conseguir una calificación acorde con los deseos de la productora: "Desde los años sesenta", dice De Palma, "vengo sufriendo la misma tortura, no creo que sea tan violento, pero las cosas están así".A lo que no ha renunciado el director es a construir una historia compleja: "Desde hace algún tiempo me aburro en el cine, porque a los 20 minutos sé lo que va a pasar. No hay tiempo para la sorpresa. Creo que las películas tienen que estar bien articuladas, como hacía Billy Wilder. Que sean inteligentes, pero no sesudas, que tocan el corazón y el alma". De Palma, al que algunos califican como el mejor imitador de Hitchcock, reconoció con ironía que siempre se filtran ciertas ideas de tal o cual realizador en sus películas, pero que cuando rueda no se sienta a pensar qué tributo va a rendir en esa ocasión. "Ya sé que en Los intocables la caída del carrito con el bebé por las escaleras estaba sacada de El acorazado Potemkin, pero en el momento de rodar no me lo planteé".
Babelia
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