Perejaume, Amat, García Sevilla y Grau competirán para pintar el Liceo
Parece un encargo a la antigua. Cuatro pintores compiten para pintar los 11 rosetones del techo del nuevo teatro del Liceo de Barcelona, que se inaugurará en octubre de 1999 con una sala que reconstruye casi al detalle la que destruyó el incendio de 1994. Antes de mediados de noviembre, estos artistas tienen que haber presentado un anteproyecto con las indicaciones de cómo realizarían el proyecto y una comisión de expertos decidirá después cuál de los cuatro se quedará con el encargo. Los pintores seleccionados son Frederic Amat (Barcelona, 1952), Ferran García Sevilla (Palma de Mallorca, 1949), Xavier Grau (Barcelona, 1951) y Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957). Se trata de artistas de trayectoria consolidada que han desarrollado líneas estilísticas diversas, que van desde la abstracción gestual de Grau al cromatismo de Amat, pasando por el casi conceptualismo de Perejaume y la pintura sígnica y esquemática de García Sevilla."No hay directrices de técnica, estilo o tema, aunque si hay un tema se vería interesante que éste estuviera relacionado con las artes, la música o la ópera", comenta Ignasi de Solà-Morales, arquitecto responsable de la reconstrucción del teatro barcelonés y presidente de la comisión de expertos que ha seleccionado a los artistas y que decidirá al ganador. En esta comisión figuran también Victoria Combalía, Daniel Giralt-Miracle, Rosa Queralt y Carles Taché. "Lo que buscábamos cuando elegimos estos artistas era un amplio abanico de posibilidades entre artistas con reconocida experiencia", afirma Solà-Morales. "También miramos que fueran pintores en el sentido convencional del término, aunque desde el punto de vista contemporáneo".
El encargo a los cuatro artistas del anteproyecto -para cuya realización cobrarán 1,5 millones de pesetas cada uno- se aprobó ayer en la comisión ejecutiva del Liceo. En noviembre, y tras presentar una anteproyecto consistente en los esbozos de los 11 rosetones -ocho centrales de 3,5 metros de diámetro y otros tres laterales de forma elíptica- y el desarrollo a escala mayor de uno de ellos con especificación de técnica y materiales, la comisión escogerá el proyecto elegido, cuyo coste global está cifrado en unos 30 millones de pesetas, y que deberá estar acabado en el plazo de nueve meses.
Reto difícil
Tanto Ferran Amat como Gracia Sevilla se mostraron ayer ilusionados con este proyecto. "Es un reto difícil y tentador", comentó Amat, para quien la selección de artistas "es espléndida por diversa e interesante". A Gracia Sevilla, que acababa de llegar de viaje y aún no conocía los detalles del proyecto, le parece también un reto dada la decoración decimonónica de la sala."Pensamos que las reproducciones debían tener un límite y una cosa es reproducir molduras y otra cosa pinturas", señaló Solà-Morales, "aunque sabemos que es un encargo muy difícil de realizar".
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